Onubafruit: “El robo de plantas supone un importante daño a la propiedad intelectual”
El robo de casi 3.000 plantas de arándanos en Lucena del Puerto (Huelva) no es más que la punta del iceberg de una práctica que atenta contra la propiedad intelectual y pone en cuestión la imagen del sector de las berries onubense.
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Tras el robo en la madrugada del pasado martes de 2.840 plantas de arándanos en una finca de un agricultor de Coop.Huelva, perteneciente a Onubafruit, en la cooperativa de segundo grado han saltado todas las alarmas. Lo explicaba ayer en declaraciones a la revista MERCADOS Marco Antonio Vaz, responsable técnico de I+D+i, quien cifraba en unos 7.000 euros el valor económico del material vegetal sustraído.
Todas las plantas robadas pertenecen a una variedad extratemprana desarrollada por Onubafruit, que cuenta con la exclusividad para su producción y comercialización; y es precisamente ahí donde radica el mayor problema. “No podemos pasar por alto los daños que ha sufrido el agricultor, pero lo que más nos preocupa es que se propaguen nuevas plantas a partir de las rodabas”, lamentó. Y de momento, todo apunta a que este puede ser el objetivo.
Según explicó Vaz, lo habitual en este tipo de robos es que los ladrones se lleven solo el material vegetal propiamente dicho, es decir, los brotes para, posteriormente, iniciar la propagación. Sin embargo, en este caso, han arrancado las plantas enteras, aún en un estadio de desarrollo joven, pero que pueden volver a plantarse y, a partir de ahí, obtener el material vegetal para su propagación.
“Esto supone, sin duda, un importante daño a la propiedad intelectual”, afirmó Vaz, quien recordó que, para la obtención de cualquier nueva variedad pueden ser necesarios hasta 10 años de trabajo de los que, ahora, se aprovecharán los ladrones.
Este no es, además, el primer robo que sufre la cooperativa de segundo grado. “Hace unas dos semanas también nos sustrajeron 10 plantas en otra finca”, recordó el responsable técnico, que teme que este tipo de acciones delictivas se vuelvan a repetir: “No descartamos que, en un futuro no muy lejano, quizás el próximo verano, suframos más robos de material vegetal”.
Desgraciadamente, el mercado negro de plantas de arándanos es una realidad en la provincia de Huelva que, obviamente, perjudica la imagen del sector. “El objetivo no es otro que acceder a variedades punteras sin pagar royalties, algo que, en otros países, sería impensable”, comentó Vaz y apeló a la responsabilidad de los agricultores para que no se hagan con plantas de las que desconozcan su procedencia.