La empresa almeriense Agrobío, dedicada a la producción y comercialización de soluciones de control biológico se encuentra en plena expansión. Con presencia ya en 35 países, continúa ampliando mercados y, de hecho, está creciendo en Canadá y, además, “estamos trabajando para introducirnos en más países de América”, apuntan en declaraciones a la revista Mercados. Actualmente, tiene en Europa el principal destino de sus exportaciones, sobre todo en Holanda, pero también en Italia, Francia, Alemania y, en los últimos años, Reino Unido.
La firma 100% almeriense cuenta con una filial en Marruecos, desde la que abastece a todo el norte de África. Además, su biofábrica de Turquía es “un punto estratégico para llegar al mercado ruso y los países árabes”. La facturación total del grupo alcanzará los 30 millones de euros al cierre de este 2018, según sus propias previsiones.
El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, que visitó la semana pasada la sede de Agrobío en La Mojonera (Almería), reconoció «su protagonismo en la revolución verde experimentada por el sector hortícola almeriense en la última década, que le ha llevado a ser líder nacional en la producción y comercialización de insectos auxiliares para la agricultura». Durante su visita, Sánchez Haro calificó a la empresa como uno de los motores de la producción almeriense de frutas y hortalizas, enfatizando en la idea de que «el control biológico es garante de la sostenibilidad de las producciones y de la adecuación a los gustos del consumidor actual, que en todo el mundo orienta su elección cada vez más hacia los alimentos producidos de forma más natural».
El consejero hizo un llamamiento a no bajar la guardia en la cuestión del control biológico, al que definió como «una de las señas de identidad de la agricultura almeriense». En este sentido, recordó que es un carácter diferenciador que aporta un valor añadido a la producción.
Agrobío fue la primera entidad en utilizar abejorros para polinizar cultivos hortícolas protegidos y frutales, así como otras especies para el control biológico. Desde su fundación en 1995, y con la colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), ha apostado en todo momento por la investigación y el desarrollo continuo de nuevos productos. Son especialmente destacadas sus líneas de biopolinización y de control biológico.
De esta forma, esta compañía ha conseguido crear programas propios de I+D en producción de abejorros y también se ha caracterizado por sus líneas de investigación sobre los enemigos naturales de las plagas, en colaboración con distintas entidades públicas y privadas, caso de universidades o la propia Administración andaluza.