Si hace una semana Enza Zaden analizaba el consumo de melón en España, en el marco de su Melon House Fair, ayer fue el momento para conocer la evolución de melón y sandía en Europa y, más en concreto, en el mercado alemán. Para ello, y en un nuevo webinar, la casa de semillas reunió a Hans-Christoph Behr, de la consultora alemana Agrarmarkt Informations-Gesellschaft (AMI), y a Miguel Salinas, su Sales Manager de Cucurbitáceas.
Los datos mostrados por Behr pusieron de manifiesto el liderazgo de España en ambos productos, si bien, en los últimos años, el melón ha ido perdiendo fuerza en favor de la sandía. De este modo, entre 2014 y 2019, las producciones españolas de melón han pasado de 751.000 Tn a 642.000 Tn, mientras que, en el caso de la sandía, la tendencia ha sido al alza: de 918.000 Tn a 1,2 millones de Tn.
Esto se ha visto reflejado, cómo no, en la superficie destinada a estos cultivos y en las exportaciones, hasta el punto de que, si en 2009 las ventas al exterior de melón y sandía españoles eran, prácticamente, iguales, en apenas 10 años (2019), las exportaciones de sandía casi han duplicado las de melón: 911.000 Tn frente a 456.000 Tn.
Alemania y Francia son los principales importadores de sandías y melones, respectivamente, en Europa, si bien durante el webinar organizado por Enza Zaden, se analizó el primero de estos dos mercados, principal destino de las exportaciones españolas.
Melones y sandías ocupan el cuarto puesto entre las frutas más consumidas por los alemanes; de hecho, de los 87 kg por persona y año de frutas que incluyen en su cesta de la compra, 6,3 kg se corresponden con estos productos. Entre ambos, la sandía es su fruta favorita, si bien su consumo es mucho más estacional que el del melón.
Productos discount
Los discount son el principal canal de venta de melón y sandía, con un 44,9% y un 47,2%, respectivamente, cifras en ambos casos por encima de la media del resto de frutas. Por tipos, los melones Amarillo, Galia y Cantaloup son los más sujetos a promociones, mientras que, en el caso de la sandía, en los últimos años han aumentado, sobre todo, las promociones de minis.
Llama especialmente la atención el caso del melón Piel de Sapo, el cuarto más promocionado y cuyo precio de venta dentro de esas ofertas es el más alto. En este sentido, Hans-Christoph Behr comentó que, a diferencia del Cantaloup o el Galia, melones más “difíciles” tanto para el distribuidor como para el consumidor, a quienes les cuesta reconocer la calidad de estos productos, en el caso del Piel de Sapo, cuenta con una ventaja: “Su calidad es más estable”, de modo que, difícilmente, defraudará al retailer y, por tanto, al consumidor final.
Su único hándicap, según reconoció Miguel Salinas, es su apariencia externa –su color verde-, que puede provocar cierto rechazo en un consumidor que tiene interiorizado que los melones son amarillos. “Hay que educar al consumidor para que sepa que un melón verde no es de menor calidad”, afirmó.
La juventud del consumidor
Si bien son los mayores de 65 años los principales consumidores de frutas en Alemania, en el caso de melón y sandía, este target es mucho más joven y, de hecho, en torno al 20% de los consumidores de ambos productos tienen menos de 35 años. Pero no sólo eso.
Por tipos de familias, son las más jóvenes y con hijos las que más melón y sandía consumen, siendo esta última la fruta preferida por los niños. El 25,7% de los hijos de esas familias jóvenes consumen sandía frente al 19,6% que prefiere el melón. Ambas cifras están por encima de la media del consumo de frutas frescas entre los menores, que en Alemania se sitúa en el 16%; de ahí que tengan un buen futuro por delante, puesto que los niños de hoy, serán los consumidores, y compradores, del futuro.
El consumo de ambos productos está muy condicionado por la climatología y, es más, Behr afirmó que este es un factor mucho más determinante que la calidad a la hora de consumir ambos productos.
Por último, el consultor alemán afirmó que es muy poca la presencia de melones y sandías bio en los lineales alemanes, mientras que auguró un buen futuro para el fresh cut, aún poco extendido en el país.