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¿Mantienen las verduras congeladas los mismos nutrientes que las frescas?

Las verduras congeladas llegan al consumidor limpias, enteras o troceadas, y listas para cocinar, evitando que se genere desperdicio alimentario ya que se puede utilizar la cantidad necesitada y guardar el resto.

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Incorporar verduras congelados a la dieta es una forma sencilla de aumentar el consumo de nutrientes importantes como fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Así se desprende del estudio Health Benefits of Fruits and Vegetables[1], que, con motivo del Día Mundial de las Frutas y Verduras, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC), recupera para poner en valor las propiedades de las verduras congeladas, un alimento clave para promover una alimentación saludable, nutritiva, equilibrada y más económica que otras opciones.

Y es que, la principal diferencia entre las verduras congeladas y las frescas es la ultracongelación a la que son sometidas. Un proceso en el que “se congela el producto a gran velocidad, en continuo movimiento para conservar la calidad, sabor y valor nutricional y con aire a – 40ºC, lo que permite que el producto alcance rápidamente la temperatura de – 20ºC, consiguiendo así mantener los nutrientes y la textura de cuando estaba fresco”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de ASEVEC.

Por lo que la composición nutricional de las congeladas es igual que las frescas. Sin conservantes, ni aditivos o sal… convirtiéndolas en un producto clave para los hogares que, permite llevar una dieta variada, saludable y más económica, ya que se pueden disfrutar en cualquier momento del año.

Las propiedades de las verduras congeladas, avaladas por diversos estudios científicos

Hay varios estudios que demuestran la calidad y la conservación de los nutrientes de la verdura congelada. Una investigación titulada Selected nutrient analyses of fresh, fresh-stored, and frozen fruits and vegetables[2], analizó durante dos años diversas verduras (brócoli, coliflor, guisantes, espinacas, maíz y judías verdes), tanto en su versión fresca como congelada. Los resultados desvelaron que no hay prácticamente diferencia entre los contenidos de vitamina evaluados, y que, en los casos de diferencias significativas, las verduras y frutas congeladas alcanzan valores superiores.

En este sentido, otro informe, Vitamin retention in eight fruits and veetables: a compararion of refrigerated and frozen storage[3], determinó que el brócoli congelado era más rico en riboflavina, también conocida como vitamina B2, en comparación con el brócoli fresco.

Y es que, las verduras destinadas a la ultracongelación “se recogen en su momento óptimo de maduración, con todo su valor nutritivo. Unas propiedades que se mantienen minimizando al máximo el tiempo de recolecta y tratamiento; consiguiendo así que, lleguen a la mesa, como si estuviesen prácticamente recién recogidas”, señala el secretario general.

Decálogo para consumir verduras congeladas

En torno a esta categoría siempre han girado muchos mitos, por ello, desde ASEVEC, se ha elaborado un decálogo con información detallada sobre estos productos, con el objetivo de mejorar los hábitos alimentarios y contribuir a una alimentación saludable.

 

[1] Health Benefits of Fruits and Vegetables (2012)

[2] Selected nutrient analyses of fresh, fresh-stored, and frozen fruits and vegetables (2017)

[3] Vitamin retention in eight fruits and veetables: a compararion of refrigerated and frozen storage (2013)

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