El jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud, Luis Gascón, explicó este martes que una de las estrategias que están estudiando es la posibilidad de vacunación en el colectivo de temporeros, al menos con una dosis. Se trata de «una estrategia difícil de llevar a cabo por la movilidad del colectivo o la variedad de situaciones, teniendo en cuenta además que la vacunación debería realizarse previamente al inicio de la temporada y no sería sencillo localizar a muchos de estos trabajadores».
Por el momento, adelantaron desde Salud Pública, «no hay nada cerrado en este sentido», por lo que en caso de ponerse en marcha, todavía no se sabe cómo se organizaría el dispositivo para la administración de los fármacos.
«Una estrategia razonable sería vacunar a este colectivo, dada la experiencia que tuvimos el año pasado», adelantó el jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud: «Se trataría de poder articular algún sistema de administración de vacunas. Vamos a estudiar cómo hacerlo, porque no es tan sencillo». La idea, no obstante, sería ponerlo en marcha en el plazo de un mes, con el objetivo de sumar esta medida a otras que se puedan adoptar de cara a la campaña de recogida de la fruta para prevenir los contagios.
Respecto a qué vacunas se inocularían, Gascón explicó que se podría administrar la primera inyección de Astra Zeneca o, incluso, la monodosis de Janssen, cuyo suministro está previsto a partir del 19 de abril. La comisión de Salud Pública, integrada por el Ministerio y las comunidades, acordó este martes que este nuevo fármaco se inyecte a mayores de 66 años, pero también se recomienda su uso para los colectivos difíciles de localizar, como personas sin hogar o temporeros. Asimismo, eliminó el límite de edad para Astra Zeneca, aunque se continuará inoculando al grupo de 65 a 55 años, por lo que, fuentes de Sanidad detallaron que no se altera el calendario previsto en Aragón, que comenzará con ellos la próxima semana.
El sector agrario, pendiente
De esta posible estrategia de vacunación nada sabían este martes las organizaciones agrarias, que recordaron que en las últimas reuniones mantenidas con el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, para planificar la campaña frutícola se les dijo que no podían saltarse protocolos y que cada uno sería vacunado cuando le tocara según el marco dispuesto por Sanidad.
Pero, pese a que no han tenido noticia sobre la posibilidad de que este colectivo –unos 15.000– se incluya en la vacunación coincidiendo con el inicio de la campaña, los representantes de UAGA, Asaja, Araga y UPA se mostraron totalmente de acuerdo con dicho procedimiento, no solo porque supondría una medida sanitaria que impediría el riesgo de brotes en las explotaciones agrarias, como porque actuaría como cortafuego para impedir el contagio en los municipios en los que residen, y que cuentan con una elevada población mayor de 65 años.
Y aunque reconocieron que se trata de un colectivo de trabajadores con una gran movilidad, destacaron que uno de los mecanismos que podría utilizarse son las declaraciones responsables que los empleadores agrícolas se han visto obligados a realizar. En ellas, los agricultores han tenido que declarar sus previsiones de contratación y comprometerse a constatar dónde estarán alojados sus trabajadores. Eso sí, coincidieron en que la medida será eficaz si también la aplica en la vecina comarca catalana del Segriá.
Fuente: heraldo.es