No hay un sólo productor de aguacates que no conozca a algún agricultor que no haya sufrido uno o varios robos. Las historias sobre sustracciones son infinitas. Y es que el buen precio que este producto mantiene en los mercados está ejerciendo como un imán para los ladrones. Está sucediendo incluso en Valencia, comunidad donde el cultivo es relativamente reciente (unos diez años), así como otras donde la producción cuenta ya con varias décadas de historia. Málaga, donde la producción comercial de aguacate para exportar se inició en la década de los 60 del pasado siglo tras diversos ensayos realizados por la entonces estación experimental La Mayora, ahora convertido en un instituto mixto, el IHSM La Mayora, formado por la UMA y el CSIC, es posiblemente una de las provincias donde los ladrones tienen puesto su punto de mira cuando se habla de frutas tropicales.
Por ello, acabar con las sustracciones es una demanda que se sucede año tras año desde el colectivo de productores. Sin tener que remontarse demasiado lejos en el tiempo, el pasado mes de septiembre el Ayuntamiento de Benamocarra solicitaba a la Subdelegación del Gobierno más medios y efectivos policiales para combatir la problemática de los robos de frutos subtropicales. Lo hizo coincidiendo con la campaña de mango, otra fruta que no se libre de los amantes de lo ajeno.
En octubre, con la cosecha de aguacate de las variedades de piel verde en sus inicios, la Policía Nacional lograba detener a tres hombres por el robo de 200 kilos de aguacates en Vélez-Málaga, tras ser sorprendidos por un vecino cuando se disponían a huir con la mercancía lista para cargarla en el vehículo que llevaban.
Este mes de noviembre, el Ayuntamiento de Torrox anunciaba su intención de reforzar la vigilancia en el campo con la instalación de cámaras de videovigilancia en los accesos a los principales caminos rurales de la localidad, con el fin de dotar así de mejores medios a la Policía Local en la prevención de robos en las explotaciones agrícolas del término municipal.
La Asociación Española de Tropicales desconoce si esta campaña está siendo especialmente más problemática en cuanto a robos que otras. «Sabemos que hay sustracciones y que incluso se están produciendo robos en algunas empresas comercializadoras, pero no tenemos datos», señala el presidente del colectivo, Javier Braun.
En cambio, desde Asaja Málaga, el técnico en frutas y hortalizas Benjamín Faulí asegura que «los robos son una constante. Recibimos quejas de nuestros socios un día si y otro no. Quizá este año hay mucho menudeo». Cuando este técnico de Asaja habla de menudeo se refiere a sustracciones de cantidades no excesivamente elevadas, «lo que no significa que no esté habiendo otros mayores. Hay quien roba 10, quienes roban 100 kilos y otros hasta miles de kilos. Quien sustrae 100 kilos puede llevarse limpio unos 200 euros», según Faulí.
Aunque Asaja pide todos los años a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Estado que presten una especial atención a los robos en el campo y a las policías locales un mayor control de las ventas ambulantes en sus municipios, «la realidad es que los robos no se terminan de frenar. No disponemos de datos porque muchos agricultores siguen sin presentar denuncia», indica Faulí.
El gerente de la empresa Reyes Gutiérrez, Juan Antonio Reyes, asegura que esta campaña ha sufrido varios robos tanto en su nave como en sus fincas, por lo que considera necesario que las fuerzas de seguridad deben poner más medios.
Precios
Los precios de la variedad Hass, que es la mayoritaria en la provincia han llegado a superar en el campo los tres euros el kilo. Con estos precios, los agricultores no quieren arriesgarse a mantenerlos mucho tiempo en el árbol. Sin embargo, el mercado de este producto se muestra bastante parado desde noviembre. «Eso es algo que sucede todos los años», explica el gerente de Natural Tropic, Prudencio López.
Sin embargo, México, República Dominicana, Chile, Colombia, Marruecos e Israel están enviando importantes volúmenes de aguacates a Europa incrementando la competencia. Dado que el aguacate es una fruta que puede aguantar en el árbol, los productores están manteniéndola sin recolectar a la espera de un mejor momento, aunque con el temor de que un temporal de viento pueda acabar con ella en el suelo o que los ladrones se apoderen de la misma.
Algunos productores están recurriendo a la contratación de guardas rurales para vigilar sus fincas. Así lo afirma, al menos, el delegado de la asociación nacional de Guardas Rurales (Anaguar), Víctor Villalobos. «Ya tenemos compañeros que están trabajando en la zona de Frigiliana. La ola de robos está haciendo que los productores se organicen y opten por contratar a guardas rurales», señala, ya que no siempre otros sistemas de seguridad como vallas, infrarrojos o cámaras acaban con las sustracciones en las plantaciones.
En Málaga hay equipos Roca de la Guardia Civil que operan en las comarca del Valle del Guadalhorce y Antequera desde 2013. Desde su constitución y hasta 2017 estos equipos lograron una disminución de un 42,55 por ciento en los robos y hurtos en el campo. En el verano de 2018 entró en funcionamiento otro de estos equipos en la Axarquía.
Fuente: Diario Sur