La cita en mayúsculas de la innovación en Almería ha puesto encima de la mesa el espectacular avance que la gestión de la sostenibilidad comporta al sector agrícola e industrial de Almería y Andalucía en su conjunto. Las posibilidades de la gestión de los recursos hídricos, el reciclaje en combustible del plástico agrícola, la nueva era de la computación quántica y el despegue decidido de la transición energética en las empresas han sido algunas de las cuestiones que se han abordado en el II Foro de Innovación de Almería, celebrado en la Universidad de Almería bajo la organización de la Fundación Unión Mediterránea, el patrocinio de Sabores de Almería, el impulso de Agbar e Hidralia y la colaboración de La Unión y de la Diputación de Almería.
El presidente de la Diputación almeriense, Javier A. García, ha realizado la apertura del Foro para quien tiene “un valor añadido muy importante pensando en la innovación aplicada para la agricultura”. García ha felicitado a La Unión por consolidar esta iniciativa que vuelve a colocar a Almería como líder internacional de la innovación agrícola. Del mismo modo, ha explicado los motivos por los que nuestro agro es observado en todos los puntos de planeta. “Tenemos un modelo que tiene nombre propio: Almería. Un modelo agricultura familiar y minifundista, que capilariza en el territorio el reparto de dividendos. No hay una agricultura que aporte más sostenibilidad y rentabilidad”, ha asegurado.
Por último, el presidente ha explicado que el campo almeriense está actuando muy bien: “cada metro cúbico en Almería tiene un valor de producción de hasta 10 veces mayor que en comunidades como Aragón, que es de tres euros mientras que en Almería vale 30 euros”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Unión Mediterránea y CEO de la Unión, Jesús Barranco, ha destacado la importancia de apostar por la innovación. “¿Por qué innovamos?”, se preguntó Barranco. “Por el interés que tenemos las empresas de perdurar en el tiempo. Si no innovamos no lo logramos y para ello tenemos que contar con los dos tipos de innovaciones posibles: la convencional y la disruptiva”, añadía. En su opinión, la disruptiva transforma un sector y la forma de consumir un producto. “La diferencia entre ambas son los tiempos”, señalaba. Jesús Barranco ha considerado, no obstante, que una vez aplicada la innovación ésta “no puede convertirse en una commodity más”. Para él, “la innovación tiene que ser competitiva en precio porque si el producto final no compite ninguno de los avances funcionará”. Otra de las apuestas de Barranco para modernizar el sector es la coinnovación.
La gestión del agua ha sido un elemento clave en el Foro. Alberto Sánchez, Director de innovación del grupo Agbar, que cuenta en España con 12 millones de clientes y más de 1.000 municipios gestionados, ha destacado el papel de Andalucía como “región paradigmática de Europa para comprobar cómo puede afectar el cambio climático” y por supuesto para aplicar las soluciones más inteligentes para paliar los efectos del déficit estructural hídrico. “El agua tiene que ser el vector de desarrollo para Andalucía, entre otras cosas porque entre el 8 y el 10% del PIB depende de la agricultura”.
Sánchez ha explicado algunas de las apuestas tecnológicamente avanzadas que su grupo pone en marcha y que combinan “una red de hubs digitales con los centros tecnológicos del agua”. Ese ecosistema tiene un alto nivel de información, de sensorización, y pretende “implantar un impacto territorial”, como por ejemplo uno de los planes que la compañía tiene en marcha en Andalucía y que ha logrado captar alrededor de ocho millones de euros procedentes de proyectos europeos para ser utilizados en Andalucía. El director de innovación de Agbar ha repasado diversos proyectos en marcha en la comunidad en los que existe una apuesta por la eficiencia del servicio que “en nuestro caso parte de combinar la tecnología con una experiencia de 150 años de servicio”. La clave del éxito es la combinación de “innovación, más inversión, más gobernanza”.
El otro gran proyecto expuesto en el Foro lo ha protagonizado el CEO de Nantek, Carlos Uraga. “Nuestro proyecto es novedoso y muy competitivo: convertimos el plástico en combustible”. La apuesta se ha presentado no sólo como una solución al problema del reciclaje si no también como una oportunidad para el sector energético. “Almería cuenta con 50.000 toneladas de plástico generado por la agricultura, pero el plástico no es un problema. Lo conflictivo es el residuo plástico mal gestionado”, ha agregado Uraga. El caso es que una hectárea de cultivo genera 1.500 kilos de plástico al año y la ley obliga a la gestión de esos plásticos. “Y esa acción tiene coste y por tanto no es atractiva y provoca que el residuo acabe siendo vertido donde no toca”.
Nantek tiene una planta en funcionamiento en el puerto de Bilbao donde mediante un proceso de pirólisis recicla el plástico en combustible. En dicho proceso se obtiene un 75 por ciento de gasolina y gasoil, un 20 por ciento de hidrógeno de metano y un 5 por ciento de residuo sólido. Con ello, “eliminamos todos los problemas del plástico sin que le suponga un coste para el agricultor”, ha añadido Uraga. Para el CEO de Nantek, las posibilidades de Almería “pueden colocarla a la cabeza de dicho proceso en España y por tanto en Europa. Se trata de un proceso de reciclaje cerrado, sin emisiones, regulado y testado”.
Por otra parte, Luis Gutiérrez, responsable global de autoconsumo de Iberdrola, ha apostado en el II Foro de Innovación de Almería por la importancia de acelerar la transición energética. Iberdrola, que en el 2003 inició un recorrido decidido por las energías renovables, se halla ahora en el avance de las cuestiones relativas al autoconsumo, interesante para el uso doméstico y clave para las empresas. En su opinión, “la tecnología ha avanzado para pensar que la electrificación total puede ser algo real. Las pymes concentran el 60 por ciento del empleo y en cambio sólo el 13 por ciento de consumo”. Las empresas deben medir y analizar los consumos y luego “decidir qué plan conviene más”. Gutiérrez ha considerado que existe un fondo de ayudas importante para las pymes que no se utilizan y que pueden contribuir a mejorar la eficiencia energética de ellas. Entre los ejemplos de autoconsumo novedosos figura el ejemplo de Cáceres, la primera ciudad que ha conseguido formalizar el modelo de comunidades para que se beneficien todos los vecinos de la ciudad, el de colocar placas fotovoltaicas en invernaderos y en balsas, con placas flotantes.
Finalmente, Mikel Díez, director de IBM Research y de Quantum Enablement Lead and Spain de IBM, ha explicado en el Foro las posibilidades de la computación quántica en la industria y la agricultura españolas. “Somos una organización de ciencia y recuperar la ciencia es necesario. La tecnología no es ciencia ficción, sólo es ciencia y lo relevante es ver como transferimos la ciencia al día a día a través de los bits, neuronas y quobits”. Para Díez, “la convergencia entre tecnologías es lo que aporta verdadero valor”.
La computación quántica se erige como un elemento clave de desarrollo económico. “estamos trabajando de qué modo los algoritmos de inteligencia artificial pueden trabajar con datos encriptados. La ciencia es clave pero necesita de la tecnología. Hemos entrado en la era de la utilidad quántica”.
El Foro ha estado presentado por el director de marketing y comunicación de La Unión, Javier Carmona, y el cierre ha corrido a cargo de Manuel Alias Cantón, secretario general de Fondos Agrarios y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.
Acerca de La Unión
La Unión ha pasado de ser una empresa familiar dedicada a la exportación de hortalizas a convertirse en un referente en el mundo de la comercialización de frutas y hortalizas y el primer comercializador de pepino del mundo. En la actualidad, La Unión cuenta con más de 400.000 toneladas comercializadas de productos hortofrutícolas en Europa, destinando más del 80% de esta producción a los mercados europeos. La empresa cuenta con 30 centros de operaciones repartidos entre Almería, Granada, Murcia y Málaga, 1.300 empleados y 3 laboratorios que realizan más de 64.000 analíticas anualmente.