En total, fueron 241 muestras las que superaron los límites, según el último informe sobre la presencia de residuos de pesticidas en los alimentos de la UE.
En 2019 se analizaron 96.302 muestras de alimentos y, en el marco del programa de control coordinado de la UE, se estudió un subconjunto de 12.579 muestras aleatorias.
Estas muestras aleatorias fueron recogidas de doce productos: manzanas, repollos, lechugas, melocotones, espinacas, fresas, tomates, avena en grano, cebada en grano, vino (tinto y blanco), leche de vaca y grasa porcina.
El 98 % de esas muestras se encontraban dentro de los límites legales y el 2 % restante contenían residuos que los superaban, de los que el 1 % dio lugar a acciones legales, según la EFSA.
En concreto, 6.674 muestras (53 %) estaban exentas de niveles cuantificables de residuos y 5.664 (45 %) contenían uno o más residuos en concentraciones por debajo o equivalentes a los límites legales.
Cada tres años se analizan cestas de productos similares para determinar tendencias en ciertos alimentos, ha explicado la EFSA en un comunicado.
Respecto a 2016, la proporción de muestras que superaron el límite máximo de residuos disminuyó en los melocotones (del 1,9 al 1,5 %), las lechugas (del 2,4 al 1,8 %), las manzanas (del 2,7 al 2,1 %) y los tomates (del 2,6 al 1,7 %).
Por el contrario, ese porcentaje aumentó en el caso de las fresas (del 1,8 al 3,3 %), los repollos (del 1,1 al 1,9 %), las uvas (del 0,4 al 0,9 %) y la grasa porcina (del 0,1 al 0,3 %).
La EFSA realizó una evaluación del riesgo alimentaria en la que veía “poco probable” que los productos alimenticios analizados en 2019 planteasen un problema para la salud de los consumidores y propuso algunas recomendaciones para aumentar la eficacia de los sistemas de control europeos.