«Los agricultores no somos los culpables de que suban los precios»
Así lo denunció ayer UPA-UCE Extremadura en un acto reivindicativo en Mérida, donde criticaron el "mal funcionamiento de la Ley de Cadena", que permite, por ejemplo, que hoy el precio de la ciruela se dispare un 971% del campo a la mesa.
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La Unión de Consumidores de Extremadura y UPA-UCE Extremadura han llevado a cabo este miércoles en Mérida un acto reivindicativo para denunciar e informar a la sociedad de la gran diferencia de precios entre lo que perciben los agricultores y ganaderos, y lo que pagan los consumidores por los alimentos. Ambas organizaciones han criticado el mal funcionamiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y denuncian que “es un robo en toda regla que tiene que acabar”.
En un acto que ha tenido lugar en la Plaza de España de Mérida, ambas organizaciones han coincidido en que tanto los productores de alimentos como los consumidores son “víctimas” de la gran especulación que reina en los mercados. “Los agricultores y ganaderos no somos los culpables de que suban los precios porque este incremento no ha repercutido en el precio que perciben los productores”, ha destacado el secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas.
Desde esta organización agraria mantienen que el principal problema que tienen los agricultores y ganaderos es el incumplimiento de la Ley de la Cadena. Para UPA-UCE, esta Ley ha incorporado grandes mejoras e incluye medidas fundamentales como la creación de un registro de contratos y de un observatorio de precios regional, para que la gente sepa cuánto cuesta producir y nadie pague por debajo de costes, así como poner fin a las malas prácticas que se están llevando a cabo por parte de la industria, la distribución y los intermediarios. “Un ejemplo de ello es lo que está ocurriendo este año con el mercado de la fruta. Los agricultores están sufriendo grandes descuentos por fruta de bajo calibre, sin embargo, esa fruta que no se le ha pagado al agricultor está a la venta en los supermercados a precios desorbitados”, denuncia Huertas.
Esta organización agraria pone cifras a esta situación. Así, en el caso de la ciruela, es un 971% mayor el precio que paga el consumidor que el que recibe el productor, un 555% mayor para el melocotón o un 246% más para productos cárnicos como la ternera. Por ello, desde UPA-UCE reclaman a las administraciones que “miren de verdad para el sector y cumplan con su responsabilidad”.
Por su parte, el presidente de la Unión de Consumidores de Extremadura, Javier Rubio, ha destacado que productores y consumidores son «el principio y el final» de la cadena, pero también son los «más perjudicados». «Parece ilógico que teniendo una inflación exactamente igual que los países de nuestro entorno, aquí se hayan encarecido los precios hasta un 17% más que en el resto de Europa«, ha lamentado.
Rubio también ha advertido de que, ante los altos precios de los alimentos, los ciudadanos están cambiando sus hábitos de consumo y están dejando de consumir productos frescos en favor de productos procesados al ser estos últimos más baratos.
Por otro lado, ha apostado por poner en marcha el doble etiquetado para que los consumidores conozcan el precio de producción y el precio de venta de dicho producto.