El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, afirma que se “trata de una noticia gravísima y tremendamente preocupante que demuestra sin ninguna sombra de duda lo que venimos denunciado desde hace tiempo, es decir, que la Unión Europea viene aplicando en materia de control de plagas una política totalmente irresponsable y suicida. Bruselas no puede seguir jugando de manera impune con el futuro de la agricultura mediterránea”.
La Xylella fastidiosa, cuya presencia por primera vez en España acaba de ser localizada en tres cerezos radicados en Mallorca, es una bacteria de efectos letales para cultivos como el olivo, los cítricos, los frutales, la vid, el olivo o el almendro. El hecho de que no existan en la actualidad métodos eficaces para combatir esta plaga y que la única opción sea la de destruir los árboles infectados la convierte en un enemigo de primer orden. Una buena prueba de la magnitud de la amenaza potencial a la que se enfrenta ahora mismo la agricultura española se encuentra en las consecuencias que está causando en Italia. La Xylella fue localizada en el país transalpino en 2013 y, según los últimos datos, en el breve plazo de tres años se ha extendido a lo largo de unas 250.000 hectáreas de olivos y destruido millones de árboles. Desde entonces, la bacteria ha aparecido en otros países como Francia y Alemania y ahora acaba de ser identificada también en esos tres cerezos de Mallorca ya mencionados.
A la vista de la situación, el presidente de AVA-ASAJA hace un llamamiento al Ministerio de Agricultura y todas las administraciones autonómicas, con especial énfasis en la Generalitat Valenciana, para que activen todos los protocolos y medidas de control. “Sabemos –comenta Aguado- que tanto el Ministerio como la conselleria de Agricultura ya se han puesto manos a la obra y se están tomando el asunto muy en serio, pero es preciso redoblar la vigilancia, actuar de forma coordinada y, sobre todo, adoptar todas las medidas necesarias para aislar la zona afectada y erradicar el foco antes de que la bacteria se propague a otras regiones”.
Aguado, tras la aparición en la Xylella en territorio español, se muestra especialmente indignado con la laxitud que viene mostrando la UE en sus políticas de control de plagas en los cargamentos hortofrutícolas importados de terceros países. “La UE –apunta el presidente de AVA-ASAJA- antepone los intereses comerciales a la seguridad de nuestros cultivos y eso es intolerable. A raíz precisamente de la irrupción de la Xylella en Italia la Unión Europea llevó a cabo una remodelación del reglamento de sanidad vegetal pero los cambios operados son totalmente insuficientes porque siguen sin contemplar medidas eficaces como las llamadas listas positivas, en las que se incluyen a aquellos países que sí cumplen los requisitos necesarios para exportar sus productos; un sistema éste que sí utiliza un país tan liberal en términos comerciales como Estados Unidos. Bruselas juega con fuego y los que nos quemamos somos nosotros. Alguien allí deberá asumir responsabilidades por todo lo que está ocurriendo”.