Asaja, COAG y la UPA han saludado el nombramiento de Carmen Crespo como consejera andaluza de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible y han destacado su «bagaje» y «cercanía». En un comunicado, COAG ha considerado un «acierto» su designación «teniendo en cuenta la complejidad de nuestro sector sin olvidar que además va a ostentar otras importantes competencias como las de Medio Ambiente donde se incluyen los asuntos relacionados con el agua».
También ASAJA ha valorado positivamente el nombramiento y destaca de la nueva titular «que conoce sobradamente el sector», ya que, además, ha sido portavoz de la Comisión de Agricultura del Parlamento andaluz, con lo cual posee los conocimientos necesarios para poder atender las necesidades y retos que el sector agropecuario tiene por delante. Asimismo desde ASAJA quieren desear a Carmen Crespo suerte en esta nueva etapa, ya que está frente a una tarea difícil «pues son muchos los asuntos pendientes que tiene la agricultura y la ganadería andaluza».
ASAJA espera, además, que la agricultura tenga el peso y el valor que se merece dentro del nuevo Gobierno andaluz, puesto que el propio presidente Juan Manuel Moreno, «ha anunciado durante su discurso de investigura un plan para mejorar la competitividad del sector y darle un papel relevante».
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA) traslada al nuevo Gobierno andaluz prioridades como la agricultura familiar, la nueva PAC y la lucha por obtener precios justos en origen para los productores. En un comunicado, UPA Andalucía felicita a Carmen Crespo por su nombramiento y le solicita el mantenimiento de un diálogo cercano y compromiso permanentes para que, en esta nueva andadura política, se puedan asumir los desafíos a los que tiene que hacer frente el sector agrario. Asimismo, quiere recordar, tanto al nuevo Presidente de la Junta de Andalucía como a la propia consejera, que las tres organizaciones agrarias son las únicas interlocutoras reconocidas y que, por lo tanto, son ellas las únicas representantes legítimas de los agricultores y ganaderos andaluces.
Una de las principales prioridades que seguirá defendiendo UPA Andalucía, y que es una de las banderas de la organización, es la agricultura familiar. El secretario general de UPA en Andalucía, Miguel Cobos, ha reivindicado la “apuesta decidida por este modelo de agricultura y ganadería, el cual precisa que seguir siendo impulsado. Un modelo que representa más del 80% de los agricultores y ganaderos andaluces, un modelo más social y sostenible, que mantiene vivo el medio rural creando riqueza y fijando la población al territorio, y que preserva el medio ambiente que nos rodea”, concluye Cobos.
La organización agraria también interpela a la necesidad de “retomar marcos legislativos de gran relevancia, como la Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía, que ya quedó consensuada en la anterior legislatura a falta solo de aprobación para su publicación en BOJA. Esta norma, tan necesaria para el sector agrario en Andalucía, pretende impulsar una agricultura moderna, competitiva y sostenible y, entre sus principales preceptos, está el de dar mayor protagonismo a mujeres y jóvenes, dinamizar el mercado de tierras o equilibrar las injusticias que se dan en la cadena agroalimentaria”, apuntan desde UPA Andalucía. Pero si hay que destacar una Política en la que Andalucía se juega la continuidad y sostenibilidad del sector agrario, esa es la PAC. Por ello, Miguel Cobos insta al Gobierno andaluz a que mantenga el pacto que suscribieron todos los agentes implicados para defender la mejor reforma posible para nuestra región, de cara al periodo 2021-27.
Finalmente, y en base a otra de las prioridades de la organización, desde UPA han señalado que uno de los grandes inconvenientes con los que se encuentra el sector productor agrario es su incapacidad para la negociación colectiva y la necesidad de eliminar las desigualdades existentes a lo largo de la cadena de valor. Por ello, la organización ha reclamado al nuevo ejecutivo que se vertebren medidas y ayudas que fomenten la concentración de la oferta en el sector primario para ganar dimensión y fuerza en la conformación de los precios frente a la industria y la comercialización.