La inflación frena el consumo del melón y la sandía
El melón y la sandía eran cultivos “estrella” hace años y ahora compiten con muchos productos en el lineal y con una inflación que frena su consumo. Sin embargo, soluciones como los cortes en mitades y cuartos, el desarrollo de variedades de alto nivel de sabor y calidad, y la cada vez mayor productividad en campo, están logrando mantener este sector a flote, gracias al esfuerzo de productores y comercializadores.
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En esta ocasión nos centramos en Castilla La Mancha, la principal comunidad productora de estas cucurbitáceas con el 21% de la superficie de España, que lleva varios años aumentando el espacio de sandía en detrimento de la de melón y esta campaña no va a ser diferente. De hecho, para esta temporada se prevé un incremento del 10% en este último cultivo y una ligera reducción del melón del 5%.
En el mapa de España, Castilla-La Mancha alcanzó en 2023 una superficie de 5.600 hectáreas de melón y 3.200 ha de sandía. Aunque el melón sigue siendo mayoritario en la región, la sandía, al ser prácticamente el doble de productiva por hectárea, le supera ya ligeramente en volumen las toneladas. Y es que, en término medio, en La Mancha el cultivo de melón ofrece 40.000 kg la hectárea frente a los 80.000 kg de sandía.
Hándicaps
Ambos cultivos se enfrentan al reto de contar con suelos cansados que favorecen la aparición de plagas y enfermedades, lo que, sumado a la reducción progresiva de herramientas fitosanitarias disponibles, pone a los agricultores en una situación complicada de sanidad de la planta. Ante este fenómeno, que suele sufrir más el melón, son las casas de semillas las que están haciendo una labor importante ofreciendo variedades resistentes a las principales plagas, como oídio y pulgón, e incluso al virus Nueva Delhi, que en La Mancha no está teniendo especial incidencia en los últimos años, afortunadamente.
“Estamos buscando variedades más rústicas que se adapten mejor al cambio climático con condiciones cada vez más extremas y, sobre todo, al cansancio de las tierras; el problema es que la superficie útil es cada vez menor por la insuficiencia de agua”, explican desde Rijk Zwaan. En este sentido, el calor sigue siendo un aliado para esta zona de producción en el desarrollo de ambas cucurbitáceas, tanto en origen como en destino. Sin embargo, en el tema del agua existe un serio problema. Este año se ha reducido la cuantía de riego disponible en 100 hm³, de 1.800 a 1.700 hm³, perjudicando a los agricultores de la zona. “Creo que hay una falta de voluntad y de visión a largo plazo”, denuncia Juan Ángel Gutiérrez, gerente de la empresa Agromancha.
Otro de los impedimentos en el correcto desarrollo de la campaña es la falta de mano de obra y, sobre todo, cualificada. “La mayoría es de origen extranjero que no suele ser estable, hay mucha incertidumbre para poder cubrir la campaña, lo que, unido a la ausencia de relevo generacional, lleva a muchos agricultores pequeños a abandonar la explotación”, manifiesta el Presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya, Ramón Lara.
Impulso empresarial
Pese a los inconvenientes, el sector en La Mancha representa un motor de riqueza y empleo por cuyo futuro siguen luchando sus operadores. De esta forma, las inversiones son constantes, tanto en I+D con nuevos programas varietales como en mejoras y ampliaciones de sus instalaciones. Es el caso de Núñez García y Filoso y Agromancha que pondrán en marcha una mayor capacidad para su envasado de sandía esta campaña y Agroborja, que ya lo hizo el año anterior, o Borrascas, que está constantemente invirtiendo en mejoras. De hecho, esta última cuenta con una flota de 8 camiones para reducir costes en logística.
Calidad
Otro punto a favor es que, si hay una zona que se caracteriza por melones y sandías de excelente calidad es La Mancha. Las elevadas temperaturas de la estación estival en la que se desarrolla su temporada y la dilatada experiencia de sus agricultores les ayuda a alcanzar estos estándares. “Hoy por hoy un melón de 12 º Brix es lo normal, incluso hasta 14º, y en sandías 12º, cuando antes eran 10º”, señalan. Pero, sin duda, ha sido la renovación varietal constante de las casas de semillas la que ha venido a aportar luz, especialmente en el caso del melón, que había perdido sabor a favor de la larga vida postcosecha, consistencia y productividad. Así lo afirman especialistas como Víctor García, de Syngenta: “Nuestras investigaciones responden a una tercera fase en la que ahora ofrecemos melones con carne semifirme que asegure el sabor, sin la necesidad de una postcosecha tan larga, especialmente destinado al mercado nacional”. Por parte de los productores, Antonio Agudo, director comercial de la marca El Melonero cree que, efectivamente, “cada vez se están haciendo mejor las cosas, mejorando la calidad del melón poco a poco porque vamos conociendo el manejo de las variedades”.
Consumo
Sin tener un exceso en el crecimiento de hectáreas, se registra en los últimos años un descenso del consumo del melón y la sandía. La variedad de frutas en verano disponibles y la inflación de estos productos en el lineal son algunos de los motivos de este retroceso. De hecho, según afirma Andrés Góngora, de COAG, se ha pasado de los 9,6 kg de consumo per cápita de sandía en 2020 a los 7,06 kg/per cápita en 2023, según datos del MAPA, a pesar de ser un producto en tendencia. “Los supermercados les han aplicado unos precios no justificados”, apostilla.
En el caso del melón, en La Mancha cuentan con un sello IGP que no están utilizando los operadores. ¿Por qué? Las cadenas, sus principales clientes, no se lo exigen, según comentan. De hecho, en nuestro último número de abril, desde Mercadona declararon que este tipo de sellos no ofrecen continuidad en el tiempo para ofrecerlo en el lineal y que, en las “catas a ciegas” que realizan, los consumidores no notan la diferencia, de ahí su falta de apoyo. Aun así, desde la Interprofesional, José Ángel Tomelloso, su presidente, argumenta que hay canales más locales que sí lo valorarían y busca impulsarlo de nuevo apostando por acceder a las ayudas de promoción europeas. “Es imprescindible hacer campañas de promoción para fomentar el consumo”, detalla.