La DANA golpea con dureza al kaki
La reciente Dana ha dejado una huella devastadora en el cultivo de kaki en la Comunidad Valenciana, golpeando especialmente a la comarca de la Ribera Alta, donde más se localiza este cultivo ha prosperado en los últimos años. Las intensas lluvias e inundaciones generadas por el temporal han afectado gravemente a las plantaciones de kaki, así como a otros cultivos de la región, como los cítricos, generando pérdidas significativas tanto en volumen como en calidad.
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La evolución del cultivo de kaki en los últimos años había conseguido ajustarse para alcanzar un equilibrio entre la oferta y la demanda, el boom de hace unos años se había autorregulado conscientes de que era el camino para mantener la sostenibilidad del cultivo, sin embargo, la última semana de octubre, la Dana ha golpeado al kaki en plena cosecha. Pedro Sánchez, gerente de la cooperativa Canso, describe un escenario complejo para su organización, ubicada en Alcudia. Aunque el almacén de la cooperativa sufrió los daños, las fincas enfrentan condiciones críticas. Las inundaciones han provocado un exceso de agua en el suelo, afectando las raíces y acelerando la sobre maduración del kaki, fenómeno conocido como asfixia radicular, que produce la caída temprana de los frutos. Sánchez estima que, en el mejor de los casos, las pérdidas podrían llegar al 50% de su producción planificada. A esta disminución, que afecta tanto a cítricos como al kaki, se suman los daños causados previamente por plagas como el cotonet.
Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki, coincide en que el daño causado por la DANA ha sido “desproporcionado” para el sector. Señala que, si bien algunos fenómenos puntuales, como tornados y granizo, afectaron áreas específicas, el mayor problema es el agua estancada en las fincas, que facilita la aparición de hongos y acelera la pudrición de la fruta. Prats estima que aproximadamente la mitad de la producción de kaki que quedaba por recolectar ha sido destruida por el temporal, lo que deja solo un tercio de la producción potencial en condiciones de salir al mercado.
A pesar de la cobertura de seguros agrícolas, tanto Prats como Sánchez destacan las limitaciones de estas pólizas, que no cubren todos los daños en las infraestructuras ni los problemas específicos asociados a las inundaciones. Ante esta situación, ambos se encuentran en conversaciones para evaluar alternativas y exigir una cobertura más adecuada para los agricultores afectados.
Frente a este contexto desfavorable, el sector intenta adaptarse a las circunstancias. La merma en la oferta de kaki podría conducir a un ligero incremento en los precios, aunque, como apunta Prats, este ajuste no compensará las pérdidas sufridas. Además, el impacto económico no solo afecta a los productores individuales, sino que repercute en toda la cadena de suministro, desde las cooperativas hasta la distribución y los consumidores finales.
Desde la revista Mercados, mandamos un mensaje de ánimo y acompañamiento a todas las empresas del sector y abrimos, como siempre, nuestros canales para toda la información que necesiten comunicar.
ACTUALIZACIÓN (07/11/24): El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este jueves la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de Protección Civil en el territorio afectado por la DANA en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares, Cataluña y Aragón, entrando en vigor.
- Los titulares de empresas cuyos negocios se hayan visto afectados de forma directa por la catástrofe. Se cubrirán los daños a establecimientos industriales, mercantiles y de servicios. La declaración de zona catastrófica se complementa con un paquete de medidas valorado en 10.600 millones de euros destinado a paliar las consecuencias provocadas por la dana. Este va destinado a ayudar a particulares, autónomos y empresas de los 78 municipios afectados por el temporal.