La anticipación, clave para el control biológico del pulgón en melón
COEXPHAL ha organizado, en colaboración con Costa de Níjar S.A.T. y Biomip, una nueva jornada enmarcada en el proyecto europeo IPMWorks que promueve en Europa estrategias rentables y sostenibles para el manejo integrado de plagas.
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En este caso, varios agricultores visitaron la finca de melón ecológico de José Nieto, agricultor de Costa de Níjar, en la que pudieron comprobar cuál ha sido el resultado de aplicar el control biológico de pulgón en esta cucurbitácea, en este caso melón de la variedad Magverick.
Anticiparse es la clave
La clave para el control de pulgón es la anticipación, haciendo siembra de reservorios de cereal mucho antes, en este caso a mediados de diciembre. La inoculación de la cebada y la protección de manta térmica ayudaron a mantener las reservas de pulgón del cereal antes de introducir auxiliares como el Aphidius. Además, al inicio del cultivo se plantaron otras plantas reservorio como el maíz.
Según ha comentado Eduardo Crisol, del Departamento de Técnicas de Producción de COEXPHAL, «la finca es un ejemplo claro de lo que supone el control biológico, ya que, a pesar de haberse detectado focos pequeños de pulgón de forma continua en el cultivo, todos han sido controlados sin causar daños».
Otro de los aspectos que los agricultores y técnicos pudieron comprobar en la finca es la gran contribución de las plantas con floración como la lobularia, caléndula, cilantro, milenrama o tagete, que se plantaron en el ciclo anterior de tomate, alrededor de septiembre, y que han favorecido la aparición de fauna auxiliar (Aphidoletes, Crisopa, Scymnus, Nesidiocoris…) que ha servido para mantener a raya el pulgón, y otras plagas como trips y mosca blanca.
Por un lado, los trips se pueden observar en las plantas como la lobularia (planta trampa) durante todo el cultivo, pero no producen daño. El Nesi (Nesidiocoris tenuis) ha permanecido en flores como la caléndula desde el tomate y ha sido un buen auxiliar frente a la mosca blanca.
Además, fuera del invernadero, un seto vegetal con numerosas especies seleccionadas como reservorio de fauna auxiliar han ayudado al objetivo.
Plantas auxiliares
En el invernadero de José Nieto los asistentes a esta nueva jornada de IPMWorks pudireron ver lobularias y caléndulas que sirven de alimento (polen y néctar) tanto a parasitoides como a depredadores, mientras que el maíz o el girasol funcionan muy bien como reservorio de pulgones de cereal que no hacen daño al cultivo. Además, en el exterior del invernadero, un seto de especies autóctonas y seleccionadas para solapar épocas de floración funcionan como auténticos reservorios de los enemigos naturales durante todo el ciclo de cultivo.
Sobre Proyecto IPMWorks
COEXPHAL y la cátedra de COEXPHAL-UAL participan en este proyecto, que tendrá una duración de 4 años. En IPMWorks colaboran un total de 31 entidades de 16 países. El proyecto se dirige a casi todos los sistemas agrícolas, incluyendo cultivos al aire libre, frutales y vid. COEXPHAL lidera la parte del grupo dedicada a los cultivos hortícolas bajo cubierta, con representantes de Bélgica. Los invernaderos europeos tienen en común que el control biológico ya está firmemente implementado como técnica base, pero en cada zona hay cultivos más problemáticos o plagas contra las que no hay soluciones satisfactorias.
En Almería y Granada, COEXPHAL trabaja para aumentar el control biológico en cultivos como calabacín y pepino, y otras cucurbitáceas como la sandía o como es el caso de esta última jornada, sobre el melón, especies con ciclos cortos de cultivo sobre las que circulan falsos mitos como que no hay un establecimiento efectivo de los auxiliares. Las jornadas de IMPWorks. organizadas por COEXPHAL, están demostrando lo contrario.