Motor productivo y comercial
La Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, si tiene un atributo diferencial, es su capacidad de aportar valor a sus clientes al ofrecerle servicio, volumen y calidad en cerezas desde el inicio de la temporada hasta el final. El hecho de contar con más de 2.500 productores de cereza situados desde los 400 hasta los 1.200 metros de altitud en el Valle hace que puedan cubrir la temporada desde finales de abril hasta finales de julio.
Además, a nivel tecnológico, la Agrupación ha llevado a cabo grandes inversiones en los últimos años para aumentar su capacidad de calibración en el almacén y para contar con la última tecnología en sus calibradoras, con el fin de asegurar a sus clientes el mejor resultado. El proceso de manipulación de las cerezas es sensible y se procura mantener al máximo sus características organolépticas intactas. Al final, es una mezcla de manejo del frío, amortiguación de golpes y reducción al máximo del manipulado de la fruta.
De forma paralela, “en los próximos años, el foco lo tenemos puesto en optimizar y automatizar parte de nuestros procesos de envasado”, detalla Mónica Tierno, su directora general, poniendo en valor cómo optimizan al máximo el valor de su producción. De momento, destaca su capacidad de poder envasar en formato pequeño cerca de 250.000 kilos al día.
“Tenemos clientes históricos que llevan una vida con nosotros, y normalmente quien prueba, repite”, manifiesta Tierno, que considera que tener una base diversificada y estable de clientes es la prueba de que la Agrupación busca sinergias y compromisos a largo plazo para crecer conjuntamente y responder a las cambiantes necesidades a lo largo de los años.
Un producto de valor
Este año hemos tenido la primavera más lluviosa de los últimos 30 años, por lo que desde la Agrupación esperan que, si bien seguro en algún momento exista algún episodio de lluvia, sea como habitualmente: localizado y sin grandes repercusiones en el resto de variedades.
Mientras tanto, continúan inmersos, por un lado, en trabajar por mejorar los acuerdos del seguro agrícola (apenas inexistentes dado el alto nivel de siniestralidad del cultivo y la baja cobertura ofrecida) y, por otro, en apostar por variedades que tengan mejor comportamiento en la zona de producción ante las condiciones climáticas adversas. De hecho, desarrollan actualmente su propio programa de mejora, en el que ya han identificado un par de variedades con un interesante potencial.
Como novedad, este año, el 50% de sus variedades de cereza con rabo van a estar amparadas bajo la Denominación de Origen “Cereza del Jerte”, lo que viene a complementar la oferta que ya tenían de sus variedades “Picotas del Jerte”, aumentando así la posibilidad de ofertar a sus clientes cerezas certificadas durante más semanas de campaña.