En la localidad navarra de Milagro se encuentra el centro neurálgico de Florette, 35 años después de que sus fundadores tuvieran la visión de un nuevo camino dentro del sector hortofrutícola con la IV gama. Hoy día tienen ya seis centros de producción en toda España, junto a la central el resto se localizan en Arguedas (Navarra), Noblejas (Toledo), Torrepacheco (Murcia), Ingenio (Gran Canaria) y Terres de l ‘Ebre (Tarragona).
Instalaciones innovadoras
Comenzamos nuestro recorrido junto a Iker Jaunsaras Ardanaz, gerente de la planta de Florette en Milagro, en la zona de recepción de la mercancía. Desde la llegada del producto a los almacenes, la temperatura de todas las naves cae a niveles cercanos a los 6°, es la única forma de que la manipulación de las lechugas y demás cultivos de hoja alarguen su conservación.
En apenas una hora, el producto que ha llegado a las instalaciones ha pasado por un proceso de selección, corte, lavado y envasado. “La dificultad de este trabajo es manejar un producto muy perecedero en el menor tiempo posible, haciéndolo coincidir con una oferta y demanda muy fluctuante en el mercado”, explica Jaunsaras.
Cada proceso está mecanizado y digitalizado para minimizar todos los posibles errores, así como reducir los costes de un sector cada vez más tensionado por la subida de materias primas, energía e insumos.
Un sistema de gestión y procesamiento de productos que ha convertido a esta empresa navarra en la líder de la elaboración de productos de IV Gama, ensaladas y vegetales frescos, lavados, cortados y listos para consumir. La precisión y el control que necesita Florette para alcanzar la máxima eficiencia cada día se debe a una eficaz cadena de suministros y un sistema de mejora continua.
Jaunsaras continuó detallando el proceso de producción a través de las instalaciones del centro, hasta llegar al envasado y empaquetado donde mecánicamente entre todos sus centros se producen diariamente 750.000 ensaladas.
Campo
Posteriormente conocimos a Javier Les, director de Calidad, Sostenibilidad e Innovación de Florette, con quien partimos para el campo en la segunda parte de la jornada.
Florette, para poder servir todo el año ensaladas, ha diversificado a lo largo y ancho de la Península Ibérica toda su producción, de manera que ésta se ha distribuido por Navarra, Álava, Soria, Toledo, Albacete, Ciudad Real, Murcia, Alicante, Canarias, Almería, Granada y Portugal.
Según Javier Les, la sostenibilidad y la innovación son fundamentales en su cadena de valor, desde el huerto hasta el hogar. Florette contribuye a un futuro sostenible con actividades respetuosas con el medio ambiente y la comunidad, cultivando en más de 2.000 hectáreas con 500 agricultores locales en la Península Ibérica y Canarias.
Las iniciativas de sostenibilidad de Florette incluyen la reducción de emisiones de CO₂ y la huella de carbono mediante prácticas agrícolas respetuosas. El plan de sostenibilidad de la empresa se centra en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 35% para 2035, utilizando productos naturales, solarización, bandas floridas y reutilización de agua de lluvia. Además, Florette minimiza el consumo de plástico con envases 100% reciclables, habiendo eliminado 247 toneladas de plástico del mercado en 2023 y participando en proyectos como Co-Fresh y Zero Plastics para desarrollar envases biodegradables y reciclables.
En cuanto al uso eficiente de recursos naturales, Florette implementa medidas de ahorro de agua en todas las fases del proceso, utilizando agricultura de precisión con sensores de humedad y temperatura, sistemas de riego óptimos y monitorizados, y reutilización del agua de lluvia, reduciendo el uso de agua a la mitad. En sus centros de producción, se aplican proyectos para reutilizar agua, autorregular caudales y emplear nuevas tecnologías. Toda la energía consumida en Florette es 100% de origen renovable, con proyectos de parques fotovoltaicos de autoconsumo y un aumento en el uso de maquinaria eléctrica en el campo.