Hortalizas y cítricos murcianos se apuntan a lo ecológico

Las hortalizas y cítricos ecológicos cotizan al alza en el campo murciano. Al cierre del pasado ejercicio, las hortalizas ganaron 523 hectáreas, lo que se tradujo en un incremento del 24,78% de superficie certificada para situarse en 2.638 hectáreas, según el balance del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región (Caerm). El dato es significativo porque son los productos que adquieren mayor valor en el mercado. Los cítricos, por su parte, sumaron 207 nuevas hectáreas, un crecimiento del 17,66%, lo que hace una suma total de 1.381 hectáreas.

El aumento de la superficie de estos dos tipos de cultivo con certificación ecológica se debe a la mayor demanda internacional. A pesar de que los costes de producción son hasta un 20% más elevados que los cultivos tradicionales, lo que repercute en el precio final, se sigue incrementando el consumo porque el mercado extranjero confirma su interés por estos productos ‘verdes’.

No obstante, el monopolio ecológico en la Región sigue en poder de los frutos secos (24.415 hectáreas) y de los viñedos (10.502), que experimentaron ligeros descensos de un 2,69% y un 1,19%, respectivamente. Sin embargo, la mayor caída se produjo en los cultivos herbáceos, con un 23%.

La agricultura ecológica es el único tipo de agricultura cuyas normas de producción son iguales en todos los estados miembros de la Unión Europea. Se trata de una forma de cultivar y cuidar la tierra y de criar el ganado que es respetuosa con la naturaleza, por lo que no se emplean fertilizantes, ni plaguicidas sintéticos, ni semillas modificadas genéticamente (transgénicos). Tampoco se fuerzan los ciclos de fertilidad, ni de alimentación de los animales.

Freno al cambio climático

Sus principales características son el uso de materia orgánica para fertilizar y mejorar la calidad de los suelos, así como la presencia de enemigos naturales para combatir las plagas y enfermedades en los cultivos. La importancia de esta actividad a nivel medioambiental reside en que contribuye a frenar el cambio climático, puesto que se produce un mayor secuestro de carbono en los suelos manejados ecológicamente, especialmente en las áreas mediterráneas. Además, estas tierras de cultivo son más resistentes a los fenómenos extremos, al tener una mayor capacidad para infiltrar el agua; protegen contra la aridez y la erosión, y mejoran la biodiversidad del entorno.

Existen organismos de control para certificar el cumplimiento de las normas de producción, mediante visitas periódicas a las explotaciones y la toma de muestras. En la Región, la entidad responsable es el Caerm.

Producción histórica

Los repuntes en cítricos y hortalizas no solo tienen una explicación económica, sino también histórica, según señala su presidente, David Samper, quien recuerda que las primeras referencias de cultivos ecológicos en la Región datan de 1974, y eran frutales y hortalizas. De hecho, entre los once tipos de cultivo que actualmente se desarrollan en la Región, las hortalizas ocupan ya el sexto puesto (2.638 hectáreas) y los cítricos ascienden al séptimo (1.381).

Por comarcas, el Campo de Cartagena y la Vega del Segura acaparan el incremento de superficie ecológica, con 249 hectáreas (un 10% más que 2013) y 63 hectáreas (1,68%), respectivamente, ya que son zonas con gran presencia de campos de hortalizas y limoneros. El Noroeste, en cambio, sufre el mayor descenso, con 2.423 hectáreas menos, debido al retroceso de superficie de cereal, muy afectado por la sequía y de escasa rentabilidad comercial.

El Caerm cerró 2014 con 2.570 operadores (que incluyen a productores, elaboradores de alimentos e importadores) en activo, y los 45 municipios cuentan con explotaciones agroalimentarias ecológicas. Las comarcas del Altiplano (33%), Noroeste (22%) y Valle del Guadalentín (22%) destacan por albergar las mayores tasas de superficie certificada. «Son zonas donde se desarrollan cultivos extensivos, como los frutos secos, viñedo y cereal, que son los menos complicados para su conversión a producción ecológica, gracias a las características climáticas de la Región», explica Samper.

En términos generales, la superficie cultivada con certificación ecológica pasó de 61.197 a 58.255 hectáreas (-4,81%), y se espera que este año también experimente un ligero descenso. No obstante, Murcia se mantiene como la tercera comunidad con más tierras de cultivo ecológicas, tan solo superada por Andalucía (307.091) y Castilla-La Mancha (259.589).

Asimismo, la cifra representa aproximadamente el 17% del total de la superficie regional cultivada, lo que también la sitúa como la Comunidad con mejor porcentaje. Samper indica que para seguir esta tendencia es necesario que se mantengan las ayudas para la conversión de explotaciones a ecológicas.

Gran reputación

Los datos del sector avalan la necesidad de que las administraciones central y regional inviertan en las producciones orgánicas puesto que, según el Instituto de Fomento (Info), exporta anualmente valores superiores a los 200 millones de euros. El 90% de la producción vegetal se destina a los mercados de Alemania, Francia, Suiza y Reino Unido, aunque a países como Estados Unidos, Japón, Corea y Taiwán también les seducen otros productos estrella como el vino y el aceite ecológico.

El talón de Aquiles del sector, sin embargo, sigue siendo la ganadería, dado que solo existen dos granjas certificadas ecológicas, ambas de caprino para leche de la raza murciano-granadina, una ubicada en Cartagena y la otra en Moratalla.

Además, la crisis se llevó por delante el año pasado una explotación de apicultura y otra de ovino de carne. Samper aclara que estas actividades no han crecido como la producción vegetal por las dificultades para su comercialización. «La producción animal se dedica prácticamente a consumo nacional, donde son productos menos demandados», argumenta. También influye que no se conceden subvenciones a este tipo de explotaciones, recalca.

Impulsar el consumo local

La otra gran asignatura pendiente de la Región, aunque también de todo el país, es impulsar el consumo de alimentos ecológicos a nivel local, para lo que el Caerm ha realizado diversas catas y degustaciones de productos. «Queremos potenciar el consumo ‘eco’ entre los propios murcianos, porque lo que nos da nuestra tierra es una maravilla y es una pena acabar comprando fruta y verdura de fuera. Además, consumir alimentos cultivados en zonas cercanas es también un gesto respetuoso con el medio ambiente», expone.

Así, muestra la necesidad de apostar por las campañas de promoción y concienciación para incrementar el consumo regional y nacional. Es el caso del programa ‘Huertos Escolares Ecológicos’, en el que participaron 40 centros educativos durante el curso 2013-2014.

El presidente del Caerm subraya la importancia de estas iniciativas divulgativas, que permiten que los niños aprendan a respetar el medio ambiente y a valorar las diferencias entre un producto ‘eco’ y otro que no lo es. «Es una manera de poner en valor la huerta tradicional murciana, al mismo tiempo que se educa a los alumnos en el respeto a la naturaleza y al medio ambiente, y se les muestra la importancia de llevar hábitos de vida saludables», asegura.

Otro de los retos es conseguir que el consumidor entienda la ventaja de elegir productos ecológicos. «Creemos que si se conoce lo que realmente ofrecen, se eliminarían ciertas barreras de entrada a la hora de comprar», añade.

Nueva amenaza

Una de las últimas preocupaciones del sector es la posibilidad de que la Unión Europea prohíba la coexistencia entre agricultura ecológica y tradicional en una misma explotación, una práctica muy extendida en España. La propuesta de Bruselas pretende limitar al máximo este tipo de explotaciones mixtas, pues considera que son fuente de contaminación y difíciles de controlar. La medida podría afectar a 865 agricultores que cuentan en la Región con producción mixta, casi el 40% del total, y a una cuarta parte de la superficie. La decisión final se adoptará el próximo mayo y de ella dependerá la evolución del sector.

Fuente: http://nuestra-tierra.laverdad.es/