A pesar de estar tan sólo a la entrada de la mitad de la temporada, Unió de Pagesos estima importantes descensos en la producción de fruta dulce, sobre todo en la Ribera d’Ebre y el Baix Segrià. En estas zonas, además de malos cuajados en melocotón y nectarina causados por fríos inusuales en floración y falta de calor durante finales de mayo y la subida repentina de temperaturas en junio, que han provocado una disminución del calibre del fruto y sobremaduraciones indeseadas, hay sumar los daños causados por el golpe de calor de la última semana de junio. UP estima que los daños por golpe de calor en estas comarcas pueden suponer unas pérdidas de entre un 10% y un 20% de la cosecha. Ahora bien, estas inclemencias sumadas a otras adversidades climáticas como el frío o la falta de calor, pueden hacer que las pérdidas terminen superando el 30%.
Estos daños han afectado tanto a las variedades que se estaban cosechando en ese momento como en las que se empezaban a cosechar en las siguientes semanas. Los efectos del golpe de calor, sin embargo, no sólo se detectan en el campo sino que aparecen también a la hora de manipular la fruta, dado que a las piezas dañadas por el golpe de calor se desprende fácilmente la piel.
Unió de Pagesos considera que la afectación, sólo por golpe de calor, en pera Ercolina y limonera ha supuesto pérdidas superiores al 45%, a nivel de parcela, en la zona del Bajo Segre. Ante este situación, la organización pide un seguimiento cuidadoso de las diferentes adversidades climáticas sufridas y su afectación a la producción, tanto en campo como en central, por parte de las administraciones competentes.
En caso de confirmarse pérdidas que superan el 30% de la media en la Ribera del Ebro, en el Baix Segrià o en otras zonas de Cataluña, UP solicitará que se articulen medidas fiscales y financieras para las explotaciones más afectadas y con carácter de urgencia.