Grufesa, compañía de Moguer productora y comercializadora de berries, ha reforzado su compromiso con la sostenibilidad apostando por la transición hacia las energías renovables con la construcción de una planta fotovoltaica en su cubierta, que contribuirá al ahorro energético y de los costes de producción, así como a cuidar medioambientalmente de su entorno.
La planta, instalada por la empresa onubense Kemtecnia, tiene una potencia pico instalada de 256,5 kWp y una capacidad de producción de más de 400.000 kWh (un campo de fútbol requiere aproximadamente de 30.000 kWh en los 90 minutos que dura un partido).
El ahorro estimado de planta fotovoltaica supone reducir más de 230 toneladas de CO2 de emisiones evitadas a la atmósfera, lo que equivale a la plantación de más de 1.500 árboles (un árbol puede absorber entre 150 y 170 kg de Co2 al año) y evita la extracción de más de 35 toneladas de petróleo al año.
Esta planta fotovoltaica supone un impulso a la sostenibilidad dentro del modelo productivo de la compañía, a la que orienta programas de innovación y calidad inmersos en la cadena productiva, y, estratégicamente, supondrá un gran ahorro energético y de los costes de producción en un contexto general de incremento de la factura eléctrica que acucia al sector.
De esta forma, Grufesa da un paso más hacia la transición energética con renovables dentro de su compromiso con la sostenibilidad ambiental, con el objetivo de incrementar la cuota de energía limpia para producir y reducir su impacto ambiental sin comprometer la competitividad y rentabilidad.
La construcción de la planta fotovoltaica es otro de los hitos de Grufesa dentro de continuo compromiso de responsabilidad y sensibilidad medioambiental con el entorno, en el que se enmarcan también, entre otros, la celebración del décimo aniversario de su pionera adhesión al proyecto Food Chain Partnership de Bayer, orientado a la producción de una fruta cada vez de mayor calidad, más segura y saludable, o la reducción de la huella de carbono y la emisión de CO2 a través de una progresiva limitación en un 50% del uso del plástico en sus invernaderos.
Grufesa, integrada por 41 socios y con más de 450 hectáreas de cultivo, comercializa sus productos en más de 20 países europeos, incluyendo España, además de realizar envíos puntuales a Oriente Medio. El 95% de sus ventas las destina al mercado exterior, donde ha evolucionado y consolidado su línea de negocio e imagen de marca adaptándose la exigente demanda de frutos rojos y satisfacción de nuevas experiencias de consumo, así como diversificando su producción mediante la incorporación de nuevos productos para abrir nuevas líneas de negocio.