Gabaceras nace en el Valle de Aridane, una de las mejores zonas productivas de la isla de La Palma y que actualmente se encuentra en proceso de recuperación tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma a finales de 2021. La marca se ha caracterizado por representar al plátano de Canarias de alta calidad, certificando tanto los procesos como el producto, apostando por la mejora continua y por una agricultura respetuosa con los agricultores y con el medio ambiente.
Por ello, la empresa ha decidido ir un paso más allá y, aparte de ofrecer un producto sostenible en cuanto a su forma de cultivo y procesado, también lo hará en su etiquetado. Se trata de un sticker elaborado con recursos renovables y certificado como compostable; es decir, que puede ser degradado de forma biológica por la acción de organismos produciendo dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y biomasa en un periodo de tiempo controlado, y convertirse así en abono orgánico. De esta manera, la piel del plátano puede desecharse sin necesidad de despegar la pegatina al contenedor de desechos orgánicos.
Comprometidos con el medio ambiente desde la finca hasta el punto de venta
Pero lo importante no es solo simplificar el reciclaje, sino tener en cuenta el trabajo y el compromiso con el medio ambiente que se encuentra detrás del producto: la búsqueda de alternativas más sostenibles y eficientes en los diferentes tipos de packaging que ofrece la empresa ha sido durante años uno de los focos del equipo de desarrollo de producto. Gabaceras fue la primera marca de plátano de las islas en ofrecer un plátano de Canarias encintado en su día, procurando a las cadenas de supermercados y fruterías la posibilidad de minimizar la merma en tienda por la manipulación de los manojos a la vez que reducían el plástico utilizado en un 90%. La marca actualmente también ofrece en su gama de plátano ecológico un encintado en papel acorde con la filosofía de la empresa y el cultivo.
La medida se enmarca dentro de los objetivos medioambientales de la compañía que abarcan desde las fincas hasta el punto de venta. Europlátano siempre ha tenido muy presente el concepto de economía circular para cuidar el medio ambiente a la vez que crea valor para sus productos. Como ejemplo de ello tenemos en el mismo centro de empaquetado en el que los desechos orgánicos que se generan durante el proceso de producción se trituran y reutilizan como abono en las mismas fincas por los socios de la entidad, cerrando así el círculo.
El etiquetado es clave en el sentido de que da la garantía a los consumidores de la calidad y el origen del producto que adquiere. Con esta iniciativa se dejarán de producir y comercializar unos 12.000.000 de pegatinas de plástico, un pequeño gesto más que suma en el cuidado de nuestro planeta.
Cada vez más los consumidores valoran el compromiso de las empresas con el medio ambiente, ya no solo entran en la ecuación calidad y precio, sino que hay otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir un producto u otro; y la sostenibilidad es uno de ellos. Totalmente en línea con las tendencias de consumo se encuentra el principal objetivo de Europlátano, que es trabajar por una agricultura sostenible, rentable y justa; y, por ello, es fundamental poder ofrecer a sus clientes productos con un impacto ambiental positivo.
Calidad y seguridad alimentaria certificada.
Recientemente Europlátano ha certificado en IFS Food sus dos plantas de empaquetado más importantes, la de Los Llanos de Aridane en La Palma y Tenerife sur; logrando así uno de los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. Con esto, la empresa continúa siendo la única organización del sector que cuenta con este reconocimiento.
El equipo celebra estos dos importantes avances con los que comienza el año; y se reafirma en su compromiso de seguir generando valor para el plátano, para el cliente y, por supuesto, para sus agricultores.