Las exportaciones españolas siguen aumentando de manera intensa durante los cinco primeros meses del año, con un crecimiento interanual del 6,5 %, superando los 30.000 millones de euros y alcanzando un récord. Sin embargo, el volumen comercializado se contrae un 9,9 % interanual.
Este comportamiento podría ser muy positivo si viniese motivado por una mejora del valor que incorporamos a nuestros alimentos. Sin embargo, se ha desencadenado por una reducción de la oferta interna de varios productos para el mercado español, como las hortalizas y el aceite de oliva, que han generado una escasez en los mercados y un aumento del precio.
La situación es positiva si se observa con una visión cortoplacista, pero negativa si es largoplacista, ya que puede incentivar la producción de alimentos de países competidores y llevar a una pérdida de nuestros clientes.
España necesita cada vez más alimentos
En cuanto a las importaciones se refiere, también aumentan de manera significativa e intensa en los meses de enero a mayo de 2023, tanto en valor como en volumen, con variaciones interanuales que superan el 12 %. La adquisición externa de alimentos alcanza en este periodo los 25.500 millones de euros.
El comportamiento de estas macromagnitudes provoca que la balanza comercial se haya reducido un 26 % con respecto hace dos años, aunque sigue siendo positiva en el periodo de análisis y supera los 7.500 millones de euros.
Durante los primeros 5 meses de 2023 se importan 6 millones de toneladas más de las que exportamos.
Sin embargo, los elevados costes de los insumos de producción agraria, la falta de rentabilidad y desaparición de explotaciones, la sequía y otras condiciones climatológicas adversas están provocando un gran déficit de alimentos en España. Durante los primeros 5 meses de 2023 se importan 6 millones de toneladas más de las que exportamos.
Productos más exportados
Durante los cinco primeros meses del año se mantiene el liderazgo de los principales grupos de productos vendidos al exterior, aunque su volumen exportado se reduce un 10 % en casi todos los productos.
Es necesario resaltar los fuertes incrementos experimentados en el importe de las hortalizas y los productos cárnicos, la estabilidad del valor las frutas y la caída de los ingresos de los aceites. Aunque el grupo de productos con un mayor crecimiento son las preparaciones alimenticias, productos de pastelería y artículos de confitería, por su alto valor añadido.
El mes de mayo es positivo para las hortalizas, con una variación interanual en sus ventas del 11 %. Por otro lado, es negativo para los aceites, con caídas del valor en aceite de girasol, soja y, especialmente, en oliva. Este último producto registra una reducción interanual del 43 % en volumen y del 15 % en valor, lo que muestra la expansión del precio del producto.
Productos más importados
Continúa el incremento significativo de las compras exteriores de cereales. En lo que llevamos de año aumentan en más de un 23 %, tanto en valor como en volumen.
La perspectiva es que siga este crecimiento por la mala cosecha nacional que ha desencadenado la sequía.
Es llamativo que ciertos productos para los que tradicionalmente éramos exportadores netos, como frutas y hortalizas, presenten tasas de crecimiento interanual muy altas.
Los problemas anteriormente mencionados de reducción de la producción por las escasas lluvias incentivan las compras al exterior de azúcar y productos lácteos.
El único producto relevante que se importa en menor cantidad e importe son las semillas oleaginosas, en parte debido a las compras récord que se hicieron en 2022.
Destino de las exportaciones
El 84 % de las ventas españolas de productos agroalimentarios se concentra en los 20 primeros destinos. Así, durante los cinco primeros meses, estos países incrementan sus compras en un 7,6 %, pero existen grandes diferencias entre ellos.
Destacan los fuertes incrementos de Rumanía, República Checa, Portugal y Marruecos. En los tres primeros países destaca la expansión de la demanda de las carnes, mientras que el territorio marroquí crece especialmente el comercio de los animales vivos, las hortalizas, los pescados y las carnes.
En el lado negativo cabe resaltar los descensos de Corea del Sur y Japón, por los menores envíos de carne de cerdo, y EEUU por las menores venta de aceite de oliva. Al igual que ocurre con las ventas a Italia.
Es importante resaltar que los dos principales clientes de España, como son Alemania y Francia, tienen crecimientos en el entorno del 10 %. Además, de que Reino Unido sigue aumentando la compra de alimentos en España.
Origen de las importaciones
La concentración de la adquisición española de alimentos en el exterior presenta un nivel de concentración del 78 % en nuestros 20 principales proveedores, ascendiendo sus compras un 14 % durante los cinco primeros meses de 2023.
Destaca la casuística de que cuatro países aumentan sus ventas en más de un 50 % interanual, destacando sobre todos ellos Ucrania, con un crecimiento del 80 %, seguido por Reino Unido (66 %), Suecia (54 %) y Polonia (52 %).
En cada caso son distintos los productos que más influencia han tenido en el crecimiento. Para Ucrania y Reino Unido destacan los cereales. Los productos pesqueros para Suecia y Reino Unido. Y, en el caso de Polonia, destacan las carnes.
En sentido contrario, las compras procedentes de Argentina, China, EEUU han caído de manera considerable. Y en menor medida las de Marruecos y Ecuador.
Una visión autonómica
Exportaciones
Como viene siendo habitual durante la primera mitad del año, la comunidad autónoma que lidera las exportaciones es Andalucía, seguida por Cataluña y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, el territorio andaluz muestra una reducción de su mercado exterior del 3 % interanual.
Cataluña mejora sus ventas en un 10 %. Casi la mitad de los 547 millones de euros que se venden más este año que el pasado corresponden a productos cárnicos, siguiéndole los lácteos, los productos de pastelería y las conservas de carne.
La comunidad autónoma que lidera las exportaciones es Andalucía
No obstante, los crecimientos relativos interanuales más relevantes son los experimentados por el País Vasco (45,6 %) y Aragón (25,9 %).
En el caso del País Vasco, se está consolidando como punto de envío marítimo a Países Bajos, Reino Unido, Francia y Marruecos de una diversidad de productos entre los que se incluyen los aceites, productos de la pesca, preparados alimenticios, bebidas y hortalizas. En los últimos 3 años sus ventas al exterior se han multiplicado por 2,5.
En el caso de Aragón casi todo el protagonismo lo tienen los productos cárnicos, con un crecimiento de las ventas del 33 % en los 5 primeros meses del año. A continuación, nos encontramos como productos más relevantes las frutas y productos de pastelería.
Galicia, Castilla y León y Navarra también han tenido crecimientos significativos por encima del 10 %.
Importaciones
Todas las comunidades, excepto la Región de Murcia y las Islas Baleares, incrementan sus compras en el exterior durante los primeros meses de 2023.
Navarra sube un 62 %, principalmente por la compra de cereales, semillas oleaginosas y hortalizas.
Castilla y León crece un 24 %, por los 3 mismos productos que Navarra.
En Andalucía, el crecimiento es del 21 %, lo que se traduce en 560 millones de euros por las mayores compras de una amplia cesta de productos que incluyen cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, café, conservas de carne o bebidas, entre otros.
Por su parte, Cataluña es la mayor compradora de productos en el exterior y el incremento es del 15 % y casi 800 millones de euros, representando los cereales más de un tercio de ese crecimiento. Le siguen lácteos, hortalizas, preparados alimenticios o los animales vivos.
Conclusiones
Las principales macromagnitudes del mercado agroalimentario español continúan la tendencia comentada en los meses anteriores.
En valor, se obtienen cifras récord tanto en exportaciones como en importaciones. Sin embargo, el desembolso realizado en la compra de alimentos a países terceros crece a un ritmo mayor que la venta exterior, por lo que la balanza comercial continúa en contracción.
Este comportamiento se produce a causa de una reducción de la oferta interna de ciertos productos agroalimentarios y por el descenso del rendimiento de cosecha que han experimentado ciertos cultivos como los cereales, las hortalizas o el aceite de oliva por los problemas coyunturales que padecen dichos subsectores.
Este comportamiento se ha traducido en que el volumen exportado se sitúe en niveles de 2018, y que la cantidad importada aumente un 31,4 % desde 2021.
El pronóstico para algunos de los alimentos más importados, como los cereales, es la necesidad de recurrir al mercado internacional para compensar las pérdidas internas.
Por ello, durante los próximos meses continuará posiblemente la expansión del volumen de las importaciones y una ligera estabilidad de la cantidad exportada.
Fuente: Plataforma Tierra