Reequilibrio
El cultivo del kaki experimentó un importante crecimiento, especialmente en los últimos 15 años, como una alternativa vital para los agricultores de cítricos que atravesaban una época complicada con bajas rentabilidades. Sin embargo, este crecimiento en la oferta no se correspondió directamente con la demanda, sobre todo tras el cierre del mercado ruso. En los últimos años este cultivo ha ido disminuyendo al ritmo de un 5% anual por falta de rentabilidad, causada por el aumento de costes de producción, la falta de herramientas fitosanitarias para combatir las plagas, las adversidades climáticas y la falta de relevo generacional, entre otros motivos.
“Pienso que vamos en la dirección de encontrar el equilibrio entre oferta y demanda”, detalla Cirilo Arnandis como presidente de la DO Ribera del Xúquer, entidad que cumple 25 años esta campaña. Desde luego en los dos últimos años la reducción de la producción ha sido patente, donde en la principal zona productora no se ha alcanzado ni el 60% de la capacidad productiva. Para esta campaña esperan recuperar el volumen de forma que la merma no sea tan elevada, quizás representado solo un 30% menos.
Los productores de kaki deben contar con un alto nivel de profesionalización, al tratarse de un cultivo muy delicado, tanto en el campo como en la comercialización
Especialización
Si algo caracteriza a los productores de kaki es que deben contar con un alto nivel de profesionalización, al tratarse de un cultivo muy delicado, tanto en el campo como en la comercialización. Especialmente hoy por hoy, donde la proliferación de plagas como el cotonet y la negrilla, junto a la falta de herramientas químicas a utilizar, lo complican bastante. “Actualmente se pueden necesitar hasta 8 tratamientos cuando antes solo eran dos, incrementando el coste y la complejidad”, explica Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki.
Desde el primer operador de kaki, Anecoop, a través del Grupo Persimon, que aglutinan algo más del 50% de la producción española, consideran que pertenecer a un grupo les ha ayudado a la profesionalización del cultivo: “nos ha permitido una mejor gestión y dado una capacidad de respuesta y diligencia de cara a nuestros clientes”, señala su responsable, Carlos Nemesio. Por su parte, Pedro Sánchez, gerente de CANSO, cree que, para alcanzar el éxito, es importante también pertenecer a una determinada zona de producción como es la Ribera del Xúquer: “aquí es donde se va a mantener la producción mayoritaria porque el cultivo se adapta muy bien y porque está en manos de los agricultores más especializados y profesionalizados”.
En el ámbito comercial, por ejemplo, están a la espera de que se abra el mercado a China, un destino complicado y muy exigente donde la especialización a nivel comercial de los operadores de kaki jugará un papel esencial.