Balance positivo
Factores como la incidencia del Virus del Rugoso y la crisis de Ucrania, que disparó el coste de los insumos y el energético, dieron lugar a una escasez de producción en el mercado en la campaña anterior de tomate que, junto a una elevada demanda, provocó cotizaciones altas del producto. Y, siempre que aumenta el precio de un producto, genera un efecto optimista y aumenta la superficie, de ahí el incremento que se ha llevado a cabo para esta campaña en la cooperativa CASI: “Hemos incrementado la superficie, debido, principalmente, al aumento de socios por parte de la cooperativa para esta temporada”, comentan desde la entidad.
Diversificación
Pese a los buenos resultados obtenidos en el mercado, se ha tenido que responder a la subida de los costes de producción y a la competencia de terceros países, que cuentan con niveles de costes mucho más bajos. Estos países siguen restando cuota de mercado a España, “por lo que nuestra estrategia se centra en diversificar en especialidades que ellos no tienen”, señalan desde CASI. Es la forma con la que los productores españoles buscan el valor añadido que no encuentran compitiendo en costes, algo casi imposible con esos orígenes. Además, otra de las estrategias a seguir para poder competir en el mercado, es que deben apostar por ser ágiles también en lo que la gestión del agua se refiere ante el problema de sequía existente, y, para ello, desde la cooperativa piden el apoyo de las administraciones.