¿Cómo definiría su asociación?
Ambiente Europeo es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es informar, inspirar, empoderar y movilizar a la gente hacia una nueva cultura de sostenibilidad que reduzca la cantidad de basura que llega a nuestros mares.
¿Cómo se lleva a la práctica esta misión y de qué manera está relacionada con Novamont y los materiales compostables?
Esta misión se lleva a cabo desde la comunicación y creando conciencia social, siendo partners de un proyecto internacional de ciencia ciudadana coordinado por Ocean Conservancy, que trabaja en el sector educativo para crear conciencia y promover la economía circular. Nos preocupa la situación de los plásticos agrícolas que terminan en el mar, y esto nos ha llevado a trabajar en promover mejores prácticas y alternativas al plástico convencional. De la búsqueda de materiales alternativos nace la relación con Novamont, con quien trabajamos conjuntamente para acercarnos al sector agrícola, tarea difícil para una ONG ambientalista, divulgando nuevas prácticas entre los agricultores y demostrando que algunas cosas se pueden hacer de una forma diferente.
¿Cómo llegan los plásticos al mar?
En este ámbito hay muchísimo que hacer y está muy relacionado con nuestro día a día como consumidores y con la actividad de ciertos sectores, por ejemplo, el agrícola. Es cierto que la mayoría del plástico agrícola utilizado en el Mediterráneo, principalmente en Andalucía y Murcia, es gestionado y reciclado adecuadamente; sin embargo, una parte considerable termina en el mar debido a una mala gestión: plásticos de invernaderos, hilos, tutores, etc.
Un 80% de los plásticos que llegan al mar provienen de la agricultura
Nuestro proyecto de ciencia ciudadana se centra en los plásticos que encontramos en las costas y fondos marinos. Nos llamaron la atención los datos encontrados en Murcia y Almería, zonas con un uso generalizado de acolchados de plástico convencional. Hay agricultores que no recogen los acolchados y vuelven a trabajar la tierra, lo que hace que el plástico se vaya acumulando en el suelo. Con las lluvias, los plásticos llegan al mar desde lejos y, al analizarlos, observamos que en un 80% provienen de la agricultura. El impacto del sector es importante y, aunque muchos agricultores lo hacen bien, los que no, producen un gran impacto por la gran cantidad de plástico que se utiliza.
¿El cambio hacia un estilo de vida más sostenible pasa por elegir mejor qué materiales usamos según cada aplicación?
El plástico es un material práctico que nos brinda grandes prestaciones, incluso tiene su lado sostenible. El problema es que a veces lo introducimos donde no debería estar o su gestión es inadecuada e insuficiente. Revertir el problema de los ‘agroplásticos’ no depende de una sola solución. Será necesaria una mejor gestión y apelar al reciclado para darles una segunda vida a ciertos materiales, pero en otros casos, se apela al uso de materiales alternativos, de nueva generación, que puedan ser compostables, como es el caso del Mater-Bi desarrollado por Novamont. Lo hemos probado con éxito durante más de tres años con agricultores locales y ha funcionado muy bien.
¿Cree que los materiales biodegradables y compostables certificados son una buena alternativa a los plásticos convencionales?
Los materiales certificados pueden ser una alternativa válida y conveniente a los plásticos convencionales. Por ejemplo, los certificados biodegradables en suelo como el Mater-Bi pueden ser ideales para los acolchados. Sin embargo, no son apropiados para invernaderos. Dependiendo de las circunstancias, pueden ser una buena alternativa.
Hemos comprobado que los acolchados fabricados con Mater-Bi han funcionado muy bien. Han tenido un buen comportamiento durante la campaña de cultivo y, una vez acabado su ciclo de vida, se han biodegradado en el suelo en un tiempo adecuado. También hemos llevado a cabo pruebas con agricultores de la zona utilizando bioclips y biotutores compostables certificados en Mater-Bi para el entutorado de los cultivos en invernadero para observar su comportamiento durante la vida de las plantas. Los testimonios recogidos de los agricultores han sido todos positivos y así se manifestó durante la última jornada organizada en la zona hace unos meses con agricultores y actores clave del sector agrícola.