No todas las campañas empiezan como acaban, y eso es precisamente lo que ha ocurrido con el nuevo ejercicio de cítricos en las principales zonas de producción españolas. Durante los momentos más duros del confinamiento, España se alzó como el principal proveedor de cítricos para una Europa que buscaba en sus aportes nutricionales una defensa frente al COVID-19. “Al final de la pasada campaña, aumentó mucho el consumo y nosotros éramos los únicos proveedores”, recuerda Enrique Pérez, presidente de Asociafruit, quien apunta que esto se tradujo en un muy buen final del ejercicio.
Con la nueva campaña en marcha, y pese a una cierta fluidez en las exportaciones, lo cierto es que el sector lamenta las dificultades que está encontrando en la comercialización debido, sobre todo, a un problema de calibre en las clementinas y navelinas. “Tuvimos un final del verano y principios del otoño muy seco en todas las zonas productoras”, explica el consultor agroalimentario Paco Borrás, quien añade: “Para entonces, los árboles tenían un mayor número de piezas que el año anterior y, ante la falta de lluvias, los calibres se han quedado pequeños”.
Este exceso de calibres pequeños tanto en clementinas como navelinas “ha forzado algunas promociones”, lamenta Borrás y explica que, recientemente, “una de las cadenas alemanas más conocidas ha llegado a hacer una campaña a 1,49 euros por cada dos kilos de naranjas españolas”; precios que, para el consultor, “son realmente pornográficos” y los proveedores -en este caso los exportadores españoles- “no deberían consentir”. Pese a todo, es optimista. Los problemas de calibre podrían desaparecer en 3-4 semanas gracias a las últimas lluvias, que habrían facilitado el engorde de los frutos.
Una demanda estable
A pesar del “bolsillo más apretado de los consumidores”, como apuntan desde Asociafruit, lo cierto es que la demanda de cítricos es similar a la de años anteriores. “Siempre hay un pequeño bache aparente entre el momento en el que la mayoría de los campos han alcanzado el color adecuado para que haya una recolección ágil y los supermercados inician las primeras grandes campañas cerca de San Nicolás (puente de diciembre)”, explica Borrás.
Por todo ello, el consultor agroalimentario apela a la prudencia: “Si la gente aguanta un poco, este puede ser un buen año”, concluye.