Los factores que más están condicionando la campaña de patata 2023/2024 son las condiciones meteorológicas adversas y la reducción en la superficie de cultivo, ya que “están afectando la disponibilidad de semilla y elevando los precios de la semilla de patata” debido a la oferta más limitada de patata de siembra combinada con “una demanda constante o creciente”, explican desde Patatas Meléndez. Sin embargo, la falta de semilla de patata no afecta de forma homogénea a las diferentes zonas de producción españolas. En Andalucía y Murcia, la afectación ha sido menor, “lo que ha hecho posible que los productores sigan utilizando sus variedades habituales, aunque también han dado entrada a otras nuevas”, añaden desde la empresa vallisoletana. Por el contrario, en el norte de España, principalmente, en áreas enfocadas a variedades para el segmento del frito, los retos han sido mayores, lo que ha hecho necesario adoptar otras alternativas varietales.
«Egipto e Israel son alternativas viables a las importadas desde Francia, lo que permite a la empresa disponer de patata nueva en febrero, marzo y abril, cuando la demanda no se cubre con producto local»
Superficie similar
Ante esta situación, Patatas Meléndez prevé que se mantenga la superficie de cultivo para el sur de España, mientras que para el norte considera que aún es pronto para extraer conclusiones. Por su parte, calcula que la extensión que va a dedicar al cultivo de patata este año “se ha mantenido en cifras similares al año pasado e, incluso, ha aumentado en las zonas más tempranas del sur de España”. Mientras en otros sectores los costes han comenzado a contenerse, en la producción de patata aún son muy elevados. En este sentido, Patatas Meléndez insiste en que el aumento de los costes de la patata fresca, en contraste con otros sectores, se debe, principalmente, al elevado precio de la semilla y “este hecho va a marcar la campaña de este año”.
Lluvias y viento
Otro factor condicionante de la campaña en años anteriores era la sequía. Este año, al contrario, se han registrado intensas lluvias en febrero y marzo que garantizan el suministro de recursos hídricos, aunque han provocado demoras en la siembra en Castilla y León y han servido para paliar la situación en el sur de España. No obstante, “la principal inquietud radica en las recientes lluvias y las fuertes rachas de viento en el sur de España porque pueden comprometer la sanidad de los cultivos e incidir negativamente en su rendimiento”, apuntan desde la empresa. También afecta la falta de calibre, aunque hay oferta para mitigar buena parte del problema.
Alternativas comerciales
La empresa recuerda que Egipto e Israel representan alternativas viables para las patatas de conservación que tradicionalmente se importan de Francia, “lo que nos permite disponer de patata nueva durante los meses de febrero, marzo y abril, momentos del año donde la producción local no cubre la demanda”.
Por otra parte, considera que los invernaderos ecológicos son un “nicho prometedor y ofrecen una oportunidad para diversificar y agregar valor al cultivo convencional”.