La situación anticiclónica registrada en España durante los últimos días, responsable de las altas temperaturas diurnas alcanzadas durante la Semana Santa, ha provocado, asimismo, una bajada importante de los valores térmicos durante varias madrugadas consecutivas y ocasionado daños por helada en producciones agrícolas de diferentes zonas.
Se da la circunstancia de que las noches de helada se han producido en fechas similares a las de 2022, aunque con un impacto mucho menor, ya que los valores negativos se han situado en un rango de temperaturas más elevados que el pasado año, cuando los daños registrados en apenas tres noches provocaron indemnizaciones superiores a los 220 millones de euros, abonadas principalmente a fruticultores del valle del Ebro y productores de almendro de Castilla-La Mancha. En consecuencia, la estimación de daños es mucho menor, y se podrá confirmar con el cierre de las diferentes campañas.
En el caso de Álava y La Rioja, los registros bajo cero han provocado siniestros puntuales en viñedo, almendro, ciruela y cereza, aunque las principales zonas fruteras riojanas y de Navarra no han alcanzado valores de temperatura negativos, y no presentan daños. En la comarca de El Bierzo (León) se esperan siniestros puntuales en producciones de pera.
En Aragón, las bajas temperaturas han afectado a las comarcas de Cinco Villas, Hoya de Huesca, Calatayud, Zaragoza, Valle del Jiloca y Bajo Aragón, en las que se ubican cultivos susceptibles de sufrir afecciones, como frutales (albaricoque, melocotón, nectarina y pera), almendro o cereza. La información trasladada desde el sector indica que los sistemas antihelada han sido eficaces en las zonas con temperaturas mínimas más suaves.
La elevada amplitud térmica de las últimas semanas también ha provocado problemas de polinización y cuajado en producciones de albaricoque y nectarina de la Comunidad Valenciana.
Las altas temperaturas diurnas en Castilla-La Mancha han contrastado con los registros mínimos nocturnos, por debajo de cero, que han provocado siniestros puntuales en explotaciones de viñedo y almendro de Albacete, Ciudad Real y Cuenca. Tal y como sucedió el pasado año, las habituales heladas que se registran en las zonas frías de la región durante el comienzo de la primavera suponen un importante riesgo para el cultivo, ya que la almendra se encuentra en el estado fenológico más sensible, cuando el fruto está recién cuajado y contiene gran proporción acuosa.
Además, mientras la península ibérica se encontraba bajo esta situación anticiclónica, las islas Canarias han sufrido episodios de altas temperaturas, calima y viento, que, sin ser extremadamente fuertes, sí han causado daños de diversa índole en los cultivos de las islas occidentales debido a la acción conjunta del calor y de los continuos cambios de dirección y velocidad del viento. Los principales daños se han producido en producciones de plátano, cultivos tropicales y hortalizas en La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria.