Por tanto, esta situación ha hecho que la superficie sembrada sea menor respecto a la anterior en la provincia de Córdoba, ante el riesgo que existía de no poder contar con el agua necesaria para su crecimiento.
Según informó Del Pino, también vicepresidente de la Mesa Nacional del Ajo, la recolección del ajo en Córdoba es la primera que sale al mercado y la segunda mayor cosecha de España, llegándose el año pasado a una producción de entre 30.000 y 35.000 kilos, que viene a suponer más del 30 por ciento de la superficie total de Andalucía, la segunda comunidad que más produce en España.
A ello, se une que el ajo es uno de los productos que más mano de obra precisa a lo largo del año, por lo que también tiene su perjuicio en la generación de empleo. De hecho, se ha reducido en un 50 por ciento los jornales en Andalucía, donde Córdoba es la provincia más afectada.
Por último, Del Pino ha insistido en la necesidad de que la Comisión Europea establezca un mayor control en las aduanas para evitar la entrada fraudulenta de ajo congelado chino, especialmente en Bélgica, así como que se estudie la posibilidad de crear un código TARIC específico para el ajo congelado.
Fuente: Asaja Córdoba