Ha vuelto a ocurrir. Las palabras alerta sanitaria y pepino español se han unido en una frase, pero a diferencia de la crisis del E.coli de 2011, en esta ocasión, “no hay nada, ni siquiera un análisis”, afirma el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández.
La noticia saltaba ayer a algunos medios nacionales. ‘Noruega vincula con pepinos españoles un brote de salmonela con un centenar de casos y decenas de hospitalizados’, rezaba el titular de El País, que en su información se refería a un comunicado hecho público por las autoridades noruegas.
En el citado comunicado, apuntan a “determinados lotes de pepino de un proveedor español como probable fuente de infección” para, a continuación, afirmar que “estos lotes de pepino ya no están en el mercado y, por lo tanto, no hemos podido probar el producto para detectar la bacteria”.
Lo único cierto, de momento, es que el Sistema de Alerta Rápida europeo (RASFF, por sus siglas en inglés) no ha notificado ninguna alerta. Como tampoco lo ha hecho la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), que ayer llamaba a la “prudencia” para no “generar alarma”.
De hecho, según publica la web www.noticiasdesalud.es, fuentes de la AESAN puntualizaron que la información difundida por El País sobre la “posible procedencia española” de los alimentos contaminados “no está confirmada”.
Desde Coexphal esperan que, más pronto que tarde, sea la Junta de Andalucía la que haga una declaración institucional que aclare la situación. Mientras tanto, están valorando emprender acciones legales contra los medios que se han hecho eco de una información que, como insiste Fernández, “es falsa”.