Las elevadas temperaturas de más de 43 grados a la sombra registradas el pasado lunes en la Región de Murcia, debido al paso de una ola de calor conocida como ‘bestia africana’, ha causado una súbita deshidratación en los cultivos, que literamente se han ‘abrasado’. La pera del Altiplano se ha llevado la peor parte, con una caída del 30% del fruto, que se cree todavía podría ser mayor.
Los agricultores de la Región de Murcia están comprobando a lo largo de toda esta semana los «efectos devastadores» que ha dejado este fenómeno meteorológico «inédito y extremo» sufrido en nuestra Comunidad el pasado lunes.
Las temperaturas extremas, junto con una inusualmente baja humedad relativa y los tórridos vendavales que se produjeron este lunes, deshidrataron, en unas pocas horas, frutas, hortalizas y leñosos.
La combinación de calor extremo, falta de humedad y vientos abrasadores ha dado lugar a los denominados “reventones”, corrientes de aire que abrasan literalmente los cultivos y que se han registrado en varias comarcas de la Región, pero con especial virulencia en el altiplano.
Los daños provocados han sido deshidratación de plantas, paralización en la evolución fisiológica de cultivos, quemado de flores en hortalizas y frutas, principalmente melón y sandía, según explicó el responsable de Sectores Agrarios de COAG Murcia, Pedro García Albert.
En los cultivos leñosos, con especial incidencia en cítricos y frutales de olivar, se aprecia gran deshidratación y desecado en los pedúnculos de los frutos; en los próximos días veremos más efectos, como los graves problemas de engorde y la caída al suelo en gran volumen, fenómeno éste que ya empieza a constatarse.
Uno de los cultivos que más ha sufrido ha sido la pera, principalmente en el Altiplano (Jumilla). Esta fruta, de relevante prestigio en los mercados y protegida por la Denominación de Origen Jumilla, se encontraba a pocos días del comienzo de su recolección y ya se estima que un 30% de la producción está en el suelo, un quebranto inesperado en la que iba a ser una cosecha excelente, con daños de entre un 20% y un 50% en función de la ubicación de las parcelas.
Los agricultores de la comarca asumen que el engorde biológico normal de la pera se ha interrumpido de forma súbita y que el producto será desechado por el mercado por falta de tamaño y calidad; estos frutos se seguirán cayendo al suelo durante las próximas jornadas, a lo largo de los próximos días se podrán valorar y ver la magnitud de los efectos.
En los cultivos tradicionales de secano, como el viñedo, los efectos de las altas temperaturas y viento cálido producen el asurado o quema de parte de los racimos uva, los efectos ya se observan, pero serán más visibles y cuantificables en los próximos días. En cuanto al cultivo del olivar también se pueden observar caída de frutos debido a la fuerte deshidratación del pedúnculo.
Fuente: Agrodiario