Ante esta situación, los productores y la industria agroalimentaria coinciden: es necesaria la contratación de mano de obra extranjera, a través de cupos, para no dejar el fruto en el árbol. La demanda se va a tramitar a la Delegación del Gobierno en Extremadura, ante la comisión de flujos migratorios.
La última iniciativa de contratación de un contingente de trabajadores en origen, esto es, llegados de su país con contrato para faenas agrícolas en la región, tuvo lugar en 2005. Se trajeron 150 ciudadanos polacos para la vendimia en Tierra de Barros. La experiencia no resultó entonces positiva.Se marcharon antes de un mes. Solo trabajaron veinte días. El inicio de la gran crisis a partir de 2008 hicieron desaparecer la necesidad de jornales extranjeros.
A la espera ahora de que se pueda concretar la petición de jornaleros foráneos, las centrales frutícolas han iniciado la búsqueda de trabajadores, especialmente desde esta semana. Lo hacen a través de empresas de empleo temporal. A la vez, los agricultores se suman a esa demanda, con mensajes incluidos ofreciendo trabajo a través de las redes sociales.
Picos de demanda
Guillermo Fernández Vara ya lo avisó el pasado 8 de abril. El presidente de la Junta en funciones, que ha revalidado el cargo para los próximos cuatro años, indicó que el paro iba a seguir descendiendo en los próximos meses, por debajo de los 90.000 desempleados, por la activación económica en la comunidad autónoma.
Sin embargo, Fernández Vara alertó que sectores como el hortofrutícola iban a tener problemas para encontrar trabajadores y que podría ser necesaria mano de obra extranjera.
En 2005 fue la última vez que se contrataron a extranjeros en origen:150 polacos para la vendimia
«Ya han empezado los problemas y solo estamos en el inicio general de la campaña, aunque en la cereza se lleva ya bastante. Cada vez es más difícil encontrar mano de obra para recoger las producciones en su momento», admitió ayer a este diario Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex (Asociación de Fruticultores de Extremadura).
«Sin mano de obra extranjera es imposible. Vamos a pedirla y es una petición que se debe encauzar cuanto antes. Para la campaña de la fruta se necesita un total de 40.000 trabajadores», agrega Atanasio Naranjo, fundador y presidente de Tany Nature, una de las principales agroindustrias del país. Naranjo también es presidente de Afruex.
«En esta primera quincena de junio va a haber un pico de demanda importante. Es el primer momento crítico para la recolección. A partir de la última quincena de mes se suavizará el problema porque, como ocurre en otras ocasiones, se podrá disponer de mano de obra joven, de estudiantes, por ejemplo, que han terminado el curso. Pero esto no tapa una realidad muy preocupante», sentencia Naranjo.
La acumulación de campañas a partir de julio y agosto como la del tomate y vendimia agrandan la necesidad de jornaleros en el campo extremeño, indica. El presidente de Tany Nature incide que el sector de la fruta es, con diferencia, el que más empleo genera dentro de la región y se trata de un cultivo «muy social que permite mantener a la población rural a la vez que genera riqueza».