Año nuevo con seis desafíos nuevos que no son tan nuevos

En nuestras anteriores entradillas, hemos hablado tanto de la crisis estructural que está viviendo el sector como de algunos de las semillas de futuro que están brotando ante nosotros, de la necesaria reflexión estratégica y el no menos indispensable debate en el sector.

Hoy me gustaría reunir en esta entradilla seis de los desafíos con los que, a mi juicio y haciendo uso de mi derecho al error, está confrontado el sector. No disparen sobre el pianista, no se depriman, el análisis concreto de la realidad concreta es paso necesario para la construcción peldaño a peldaño, del futuro.

Los costes salariales van a subir.

Ha tenido gran difusión el estudio de la COAG que alerta de que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a los 1.000 euros podría suponer un aumento del 50,4% de los costes laborales para los agricultores, al pasar de 967€ por trabajador/mes en 2018 a 1.455€ en 2020.

¿Alguien duda que este gobierno va a cumplir su promesa de subir poco a poco el salario mínimo? Quizás no lo haga al ritmo y al nivel que se anunció durante la(s) campañas(s) electoral(es), pero subida habrá.

Por otro lado, la propia ComisiónEuropea ha lanzado una reflexión sobre el tema de los salarios mínimos. Algunos estados miembros no lo tienen, otros excluyen a ciertos sectores o trabajadores. La idea propuesta es que, al final de un proceso que sería largo sin duda, el salario mínimo sea, nunca mejor dicho como mínimo, el 60% del salario medio.

Un marco internacional inestable

Las tensiones comerciales mundiales están en aumento. Con sus vaivenes, los desencuentros entre China y Estados Unidos, entre Estados Unidos y Europa (aranceles), entre Europa y Rusia (embargos) tienen sus costes en términos de crecimiento del PIB mundial directamente e indirectamente vía el auge de las incertidumbres.

A la hora de golpear al contrario, el sector de las frutas y hortalizas es candidato “natural”. Una escasez de manzanas o fresas no saca la gente a la calle. Una falta de cereales (o de tabaco) puede desestabilizar un régimen político.

La competencia acrecentada de países terceros

Europa es una zona atractiva para los exportadores de terceros países. No solo pagamos bien, sino que nuestra moneda es estable, nuestros mercados relativamente son transparentes y nuestros gobernantes poco propicios a saltarse a la torera lasreglas a golpe de Tweets.

La mayor presencia de productos marroquís en los mercados europeos, por ejemplo, no solo se debe a los resultados del Plan Verde sino también a la creciente desconfianza de los operadores marroquís con sus compradores rusos, algo que todo el que ha trabajado con este mercado conoce perfectamente. Tampoco es bueno para los operadores alauitas poner todos los huevos en el mismo cesto, sobre todo si este más que un cesto es una matrioska.

El agua como problema

España está en la primera línea europea del impacto del cambio climático. En un futuro tendremos menos agua “nueva” con un reparto más desigual a lo largo del año: menos agua de lluvia, peor repartida con más tormentas.

Además, lo que ha acontecido con el Mar Menor es un aviso a gran escala de lo que se nos viene encima. Por ello, habrá más control sobre el uso de los acuíferos subterráneos, en el entorno de Doñana incluido.

La mayor escasez de agua aumentará las tensiones entre las Cuencas, entre las Comunidades Autónomas, potencialmente exportadoras de agua y las deficitarias: una mezcla explosiva de restricciones, necesidades crecientes y presiones políticas.

El uso de agua reciclada, retratada y desalada se volverá aún más estratégico. Y, con ello, llegamos al reto energético.

El reto energético

Los vaivenes políticos entorno a este tema no han ayudado a nuestro país a recuperar el retraso de partida que teníamos. ¡A mí siempre me ha indignado que los promotores de los invernaderos utilizadores de energía solar sean … los holandeses!

Ahora, dejando de lado sistemas de incentivos excesivos o impuestos al sol, parece que estamos entrando en un nuevo periodo de bienvenido consenso político sobre las oportunidades que las energías renovables abren para nuestro país y para el sector primario en particular.

¡Si hay un sector que puede sacar provecho de una energía descentralizada es aquel que tiene usos descentralizado sobre el conjunto del territorio!

Tanto como fuente de ingresos complementarios como como instrumento de ajuste de costes, un desarrollo sostenible e inteligente de las energías renovables es parte esencial de la construcción del puzle del futuro del sector.

La disminución de las sustancias autorizadas

Por imperativo legal, la disminución de las sustancias autorizadas, o por exigencia comercial, el sector va a estar confrontado al mismo tiempo a mayor presión de nuevas enfermedades y virus fruto de la globalización de las enfermedades y a mayores exigencias en cuanto a presencia de residuos, numero de tratamientos en la explotación, condiciones y riesgos laborales, cuidado del suelo, tratamientos post-cosecha…