Se termina el 2023, un año largo e intenso para el sector hortofrutícola en el que ha tenido que sacrificar sus márgenes para preservar el poder adquisitivo del consumidor, debido a la subida de costes y a los problemas climáticos que le han llevado a veces a desabastecer los lineales de sus clientes y que siguen siendo sus principales preocupaciones.
Todo esto ha generado una situación a veces insostenible. Por un lado, pendiente, como hemos dicho, de una climatología que les perjudica con pérdidas de cosechas y calidad que merman sus posibilidades de ser rentables, y, por otro lado, por una subida de costes que no puede trasladar al consumidor. Además, este sigue perdiendo poder adquisitivo, lo que condicionará su comportamiento de compra. Y esto viene después de varios años de incertidumbre con la pandemia, guerras, fenómenos climáticos… Así, el sector ha ido toreando la situación, pero está llevando a algunos agricultores a dejar el negocio.
Ante esta realidad, todo esto el sector busca fórmulas para controlar sus cuentas, muy difícil a veces de conseguir, dinamizando de alguna forma la demanda del consumidor y sin que los precios se alteren. ¿Cómo dinamizar el consumo de frutas y hortalizas? Se preguntan en un sector en el que la unión no está a la orden del día y no entra dentro de sus prioridades. Pero para recuperar sus márgenes debería dar un paso hacia delante y plantearse para 2024 que, si no hay un cambio hacia la unión, va a ser difícil enfrentarse a todos estos desafíos que nos están poniendo por delante.
Para saber qué piensa el sector sobre cómo enfrentarnos a estos desafíos, en nuestro especial de Fruit Logística vamos a preguntar en nuestras páginas a cerca de 30 directivos, que darán luz a esta encrucijada. Si quieres participar no dudes en ponerte en contacto con nosotros.