La revista Mercados ha acudido a una jornada en el campo, concretamente en Daimiel (Ciudad Real), para conocer de cerca la evolución de una de las últimas incorporaciones en cebolla de Bejo Ibérica, la variedad Almagro que, junto con Expression, conforma el ciclo tardío de la casa de semillas.
“Nos faltaba una variedad ligeramente más tardía que es Almagro, que otorga un plus de forma y que tiene gran aceptación por el mercado”, explica Enrique Cadiñanos, responsable de desarrollo de Bejo Ibérica. Para cultivos en La-Mancha y el valle del Guadalquivir, y con resistencia intermedia a Fusarium (Foc) y Raiz rosada (Pt), las siembras de Almagro y Expression se realizan entre diciembre y enero, su plantación es a final de marzo y las recolecciones se centran entre final de junio y primeros de julio.
Almagro está en su segundo año de introducción y los agricultores están “muy satisfechos” gracias a su productividad, uniformidad, vigor y el comportamiento de su hoja. De cara al comercializador, y destinada sobre todo al mercado fresco, su forma es muy redondeada con unas pieles “muy adecuadas, fuertes, firmes y constantes”. Además, tiene un buen manejo y es “fácil” hacer volúmenes.
“El año pasado, que fue cálido y con pocas lluvias, Almagro fue muy bien. Y este año, que ha venido casi al contrario podríamos decir, con lluvias y más fresco, también ha funcionado y se ha desarrollado sin ningún problema”, destaca Cadiñanos. “Es una variedad sobre todo consistente, para confiar en ella”.
Calidad de las variedades
Durante la visita, Enrique Cadiñanos ha recordado que más de un tercio de la facturación de Bejo es cebolla, con una cuota de mercado que ronda el 35-40% de todas las semillas, destacando su más reciente introducción, Naranco, una variedad más precoz del tipo japonesa para recolecciones desde mitad de abril. “Siempre se piensa que las variedades de primavera nunca se conservan suficientemente bien, pero lo hemos conseguido con Naranco, que tiene una capacidad de conservación de incluso de dos meses”.
Por su parte, Musica, con una fecha de recolección en junio, “es de las primeras variedades que se puede considerar para industria, con un volumen y un tamaño suficiente y con una buena capacidad de pelado”, muy conocida y versátil y que se puede utilizar como dulce.
Cadiñanos también destacó la evolución de Red Marvel, una cebolla roja precoz del valle del Guadalquivir que se puede recolectar en mayo, y de Citation y Pantano, “nuestras cebollas de agosto y septiembre, muy apreciadas por el tema del sabor en la restauración sobre todo en Inglaterra”.
Sistema B-MOX
Con una campaña “curiosa” en la que el calor ha venido tarde, las lluvias hacen prever la aparición temprana de diferentes plagas que llegarán este año con más virulencia al darse las condiciones propicias. Por ello, Enrique Cadiñanos resalta la labor que están haciendo en Bejo desde la semilla, “promoviendo un sistema de limpieza de semilla con la mínima utilización de productos químicos de cara a favorecer la protección sanitaria justo al comienzo de la germinación y la formación de la plantura”.
De esta forma, gracias a su sistema B-MOX, basado en una nueva tecnología, aumenta el poder de la semilla, aportando más energía a las plántulas y estimulando su crecimiento en la fase más temprana y mejorando el vigor de la planta. A lo largo del periodo de crecimiento, las plantas muestran una mayor tolerancia al estrés y una mejor salud general como resultado de un sistema radicular más desarrollado. Esto reduce los riesgos para el agricultor durante la vulnerable fase inicial de crecimiento de la planta, aumenta la resistencia de las plantas al estrés y aumenta el rendimiento.
Además, Cadiñanos recuerda la importancia del manejo de riegos de fertilización adecuados. “Estamos haciendo gran incidencia en la importancia del cuidado en el riego, donde hay que calcular muy bien las cantidades; así, cuando las temperaturas están por encima de 33 grados, hay que buscar no regar en exceso, aunque aparentemente haga mucha temperatura”.
Las claves de la recogida
Durante la visita, el responsable de Bejo Ibérica apuntó a dos aspectos muy importantes de cara a conseguir un cultivo bueno y sano para que la cebolla final “sea un equilibrio entre productividad y calidad de conservación y pieles”. De esta forma, detalla, primero hay que encontrar el momento adecuado de la planta para empezar a cortar gradualmente el riego y disminuirlo, “obligando a la cebolla a que vaya blandeando el cuello”. “Mientras va cayendo, la cebolla nota el estrés e intenta recuperar todos los nutrientes posibles, acumulando hidratos de carbono, etc., en el bulbo”, detalla.
Asimismo, es importante una altura de corte adecuada de cara a conservación, “nunca demasiado cerca del cuello”. De esta forma, la parte que queda cortada se va secando y cicatrizando “y no se introduce ningún tipo de patógeno en el bulbo”.