A primera hora de esta mañana se anunciaba el esperado acto para destruir producto, convocado por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, así como de las asociaciones de comercialización COEXPHAL y ECOHAL por los precios ruinosos que están registrando las frutas y hortalizas en las últimas semanas.
El pepino, calabacín y berenjena, así como el tomate y pimiento están registrando, o bien precios por debajo de los costes de producción o bien directamente no están teniendo salida por la falta de demanda. “Lo que sucede es un exceso en la oferta de producto que tiene a los mercados saturados”, resume Dori Blanque, secretaria general de Asaja Almería.
Sin ir más lejos, los precios al agricultor de la semana 45 (2-9 noviembre) son los siguientes según esta organización:
- Berenjena 0,18 €/kg frente a los 0,32 de la misma semana de 2019.
- Calabacín 0,3€/kg frente a 0,67 campaña anterior.
- Pepino actual 0,22 €/kg frente a los 0,40€/kg del ejercicio anterior.
- Tomate 0,54 €/kg frente a 0,60.
Analizando estos datos, los precios de la berenjena, calabacín y pepino se han reducido prácticamente a la mitad con respecto a la misma semana del año pasado. Y ya son varias semanas de precios en caída. De hecho, según Coexphal, el pepino cotizaba este mismo lunes 16 de noviembre a 0.16 € de media y el tomate liso a 0.14 €.
Ante esta realidad y como medida más inmediata, “esperamos retirar del mercado un 10% del volumen de pepino y berenjena, cuya oferta ahora en Europa es solo la de Almería y por eso podemos influir rápidamente”. El objetivo es remontar el precio medio de golpe, al margen de otras medidas más generales en las que se está trabajando para afrontar la crisis estructural del sector.
Las altas temperaturas que están favoreciendo el desarrollo de la producción, la presencia del producto holandés que ha alargado la campaña, y el aumento y descontrol de la entrada de producto de países terceros son algunas de las causas de que se de esta situación. Como ejemplo de esto último, el mercado francés está vendiendo hortalizas de origen marroquí al precio de venta en origen, “lo que refleja que no se cumplen los aranceles impuestos”, señala Blanque, quien añade: «se está produciendo la tormenta perfecta».