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Almería cierra una campaña “de precios claramente insuficientes”

El presidente de Coexphal señala a un incremento de producciones del 6% de media frente a un descenso de precios de liquidación al agricultor del 17% y un coste de producción que aún mantiene incrementos del 15%.

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La Asociación de Organizaciones de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) ha presentado los datos de avance de resultados de la campaña 2023/2024 que ya se da por finalizada. Una temporada que, para el presidente de la organización, Juan Antonio González, devuelve al sector hortofrutícola almeriense al escenario de dos años atrás, “de precios reducidos y absolutamente insuficientes para asumir la escalada de costes que sigue siendo de un 15%”.

Y es que, pese a que esta campaña finalizada se ha producido un descenso medio del 3,6% en los costes de producción, aún no se compensa la estructura de costes con un “crecimiento acumulado del 15%”.

Asimismo, González señaló que los datos revelan una caída media de los precios de liquidación al agricultor del 17% y una reducción del 12% en la facturación final del sector, todo ello pese a haberse producido un incremento de la producción del 6%.

En este sentido, el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, apuntó a los productos de primavera, sandía y melón, como los únicos que registran unos datos positivos, especialmente la sandía, tras una campaña la del año pasado que no fue buena.

Así y pese a mantenerse los volúmenes de producción de la pasada campaña, con un ligero repunte de solo un 1% hasta los 367.288 toneladas, el precio de la sandía se incrementó un 28% y un 29% la facturación, ayudado también por la reducción de los cotes de producción en un 4,5%. “Para muchos agricultores que tuvieron una mala campaña de invierno, la sandía les ha permitido compensar”, comentó Fernández, durante el análisis de los datos, situando en unas 10.500 hectáreas la extensión de sandía de invernadero en la provincia, lo que supone su tope histórico.

Unas buenas cifras en las que influye tanto la buena temperatura que hizo entre enero y marzo, acompañando a los cuajes, como la elevada calidad que este año ha mostrado la fruta, la climatología que ha imperado en Europa para impulsar su consumo, pero también otras casuísticas como la fuerte reducción en la producción de sandía por parte de Marruecos.

La apuesta por el melón, por su parte, continúa descendiendo en la provincia y como apuntó Fernández, “ya hay empresas que no hacen melón en Almería”. En este caso, el volumen de melón se contrajo un 4% hasta las 75.069 toneladas, con un aumento del 13% del precio y un incremento del 8% en la facturación. Una mayor extensión del melón de ultramar y un adelanto de la campaña en Murcia, junto a la necesidad de encontrar variedades para cultivo bajo plástico con más calidad y sabor, fueron algunas de las causas a las que se apuntaron desde Coexphal para explicar el descenso paulatino y continuo de la superficie de melón en Almería.

“La campaña de otoño se comportó bien hasta diciembre y a partir de Navidad la campaña de invierno fue mala”, confirmó el gerente de Coexphal, quien mostró su preocupación por el hecho de que los precios pudieran continuar bajando la próxima temporada, frente a una estructura de costes que ya no parece poder reducirse más, lo que dificultaría la viabilidad para el sector almeriense.

Por producto

Precisamente entre los cultivos de otoño, el más perjudicado esta campaña fue la berenjena con un aumento de producción del 14% frente a un descenso del precio para el agricultor del 33% y una bajada en la facturación del 24%. Los precios cayeron de forma abrupta el mes de octubre, se recuperaron entre noviembre y enero, y volvieron a los niveles bajos entre febrero y junio.

En pimiento, la situación ha sido similar con un aumento del volumen del 7% (564.351 toneladas) y un descenso del precio del 21% y de un 16% la bajada en facturación.

El pepino, que crecía en extensión, también registró un aumento del 5% del volumen hasta las 414.649 toneladas, pero no se libraba de los malos precios, con caídas del 23% del valor para el productor y de un 19% en valor de facturación.

De “campaña mala” también calificó Luis Miguel Fernández la de calabacín, con aumento de volumen del 8% (268.234 toneladas), y una caída de precios del 19% y del 13% en facturación. La campaña comenzó con precios bajos, que fueron subiendo hasta llegar al máximo en diciembre, a partir de ahí se produjo un cambio radical de tendencia. Desde febrero los precios se mantuvieron bajos hasta junio.

En cuanto al ámbito de la lechuga, producida sobre todo en el norte de la provincia acaba también el ciclo con precios negativos, 6% menos, pero relativamente mejores en relación con los productos típicos de invernadero. La producción aumenta un 2%. Como resultado, los ingresos caen un 4%. El año pasado los ingresos sumaron un aumento de 14%, por lo que la situación sigue siendo asumible.

Tomate

Capítulo especial se llevó el análisis de la situación del tomate en una temporada que comenzaba con un incremento ligero de superficie, pero que sufrió especialmente a partir del mes de enero, bajando su cotización de forma muy brusca, para finalizar con una caída media del 20% en precio y del 14% en facturación, pese al incremento del 8% del volumen (553.606 toneladas).

La comercialización de tomate suelto, pera y cherry aumenta un 12%, 7% y 7%, respectivamente. En todos los casos se aprecia una caída superior del precio: 24%, 27% y 13%, respectivamente. La única tipología cuya producción cae es la de tomate rama, que se redujo un 3%, y que además vivió una mala campaña con una caída del 18% del precio.

Por su parte, la producción comercializada de tomate ecológico muestra un aumento del 9%, pero su precio cae un 5%, lo que refleja que en la cesta de la compra cada vez se mira más el precio y en ocasiones se prioriza el convencional por el coste.

En la campaña 2023/24 se observa un incremento de los envíos de tomate al exterior del 3%, sobre todo resultado del aumento en el periodo de enero a junio. Alemania gana casi dos puntos de cuota, siendo el principal cliente (representa el 36% de los envíos de Almería). Además, las importaciones españolas de tomate marroquí van disminuyendo.

Luis Miguel Fernández puso el acento en que después de siete campañas de aumento ininterrumpido, Marruecos frena su ritmo de crecimiento. En el último ciclo, sus envíos al exterior cayeron un 6%. Este descenso tiene su origen en la primera parte de su campaña donde vivió problemas en las plantaciones debido al virus del rugoso, que se vieron potenciados por la existencia de temperaturas anormalmente altas.

“Según el análisis realizado queda patente que el sector marroquí está empezando a sufrir fuertes desequilibrios internos favorecidos por la necesidad de mano de obra no cubierta, aumento de los costes productivos, falta de agua, estructuras no preparadas para la meteorología adversa, entre otros asuntos. En este entorno, el tomate español, por el contrario, reafirma su mayor fiabilidad y su compromiso tanto en calidad como en seguridad alimentaria, donde Almería está a la cabeza desde hace muchos años”, subrayó Fernández.

Con respecto al resto de competidores, Países Bajos vuelve a crecer, enlazando dos campañas en positivo y recupera el nivel previo a la crisis iniciada por el aumento del coste de la energía. Los envíos franceses caen arrastrados por el descenso de ventas de Marruecos, confirmándose el comercio de reexportación de tomate marroquí desde Francia.

Última década

Pese a que la valoración final de campaña no es positiva para Coexphal, si se apuntó a que la campaña que acaba de finalizar es la tercera mejor en cuanto a precios de la última década, por detrás concretamente de las campañas precedentes, “pero los costes de las últimas tres campañas son más del 25% superiores a los que teníamos en las siete temporadas anteriores”, incidió Luis Miguel Fernández.

En este punto, recordó las subidas del precio de materias primas y las tres subidas continuas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que implica que la estructura de coste “no va a bajar y hay que intentar mantener unos precios que lo compense”.

Previsión

Con la campaña cerrada, toca ya pensar en la siguiente para la que las previsiones de Coexphal apuntan a un descenso cercano al 4% en tomate, un ligero incremento del 2% en pepino, un mantenimiento en berenjena o incluso un ligero descenso, pimiento se mantendría, si bien el mayor incremento se produciría en calabacín.

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