Para Manel Simon, director general de Afrucat, “necesitamos un Plan del Agua, es decir un planteamiento de prioridades estricto y riguroso que discrimine quién puede o no puede regar en un caso de emergencia por falta de agua, como lo que estamos viviendo”.
Según Simon, “trasladaremos a la consellera la necesidad de apoyar el territorio y poner las reglas del juego claras antes de que se produzcan enfrentamientos que sólo se pueden evitar indemnizando de forma justa y diligente a quien no puede regar”.
Las entidades también piden a la consellera Jordà que es necesario complementar las dotaciones económicas que aprobó el Consejo de Ministros ayer jueves: 600 millones para el sector agropecuario español, aproximadamente la mitad para la ganadería y, la otra mitad, a distribuir entre la agricultura de todo el estado.
La presidenta de Afrucat, Montse Baró ha tildado esta cantidad de «totalmente insuficiente». “Hace 15 días cuantificábamos un coste directo para nuestro sector en cerca de los 170 millones de euros si se perdía la campaña debido al cierre del Canal de Urgell y unas pérdidas de más de 600 millones de euros si no pudieran sobrevivir los árboles frutales de la zona”.
Manel Simon: «no sólo estamos hablando de la afectación de un sector en concreto sino de las condiciones de vida de miles de personas que dependen de la supervivencia del campo».
Encima de la mesa los participantes en la reunión se encontrarán un calendario, a modo de cuenta atrás, donde hay marcados dos días claves: uno es el 16 de mayo (martes de la próxima semana), día en que se reunirá previsiblemente la Confederación Hidrográfica del Ebro para analizar la situación y el otro, el 17 de mayo, día en que el Canal de Urgell decidirá cuál es la fecha elegida para dar la última dotación de agua del verano a los territorios que abastece.