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Alimentación

¿A qué retos se enfrenta el sector agroalimentario?

José Manuel Corrales, Profesor doctor de Economía y Empresa de la Universidad Europea.

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José Manuel Corrales

Las perspectivas de la economía española no son tan favorables para el año 2023, debido al contexto de enorme incertidumbre y los tiempos convulsos de guerra, inestabilidad internacional y cambio climático.

Durante el año 2022, España ha experimentado un crecimiento del Producto Interior Bruto del 4,5%; sin embargo, las previsiones más optimistas reducen ese crecimiento a una tercera parte para el 2023, aunque por encima de la media prevista para la economía europea, ya que el estancamiento económico afectará al conjunto de la UE. El Gobierno español, no obstante, sigue esperando un crecimiento continuado del empleo y una reducción de la tasa de paro, situándose por debajo del 10% de la población activa en 2025. La inflación tardará meses en desaparecer, con un riesgo real de que se haga crónica, y las subidas de los tipos de interés pueden provocar menos inversión y un posible incremento de la deuda pública y privada.

Por eso, cobran más sentido la necesidad de articular políticas macroeconómicas consensuadas que reduzcan la incertidumbre, gestionando de forma ágil los fondos europeos, mejorando la productividad de las empresas, fomentando el aprendizaje permanente e impulsando el diálogo social.

La industria agroalimentaria española debe tener, sin lugar a dudas, un papel principal en la necesaria resiliencia y para lograr la demandada recuperación económica. El sector alimentario ha tenido un enorme protagonismo en los últimos años con un crecimiento constante, siendo el sustento esencial de la economía, y alcanzando el 8% del PIB de España. Este sector ha tenido una enorme capacidad de arrastre, configurándose como la primera actividad industrial del país, con 31.000 empresas que tienen una capacidad de exportación de 17.000 millones de euros.

El sector agroalimentario genera 4 millones y medio de empleos en toda Europa y solo el de las frutas y hortalizas en España tiene más de 200.000 empleos directos, a los que hay que añadir 150.000 indirectos en labores de manipulación y envasado. Somos el primer productor de frutas y hortalizas de la UE y el quinto a nivel mundial. Los principales productos exportados son hortalizas de invernadero (tomate, pimiento y pepino), cítricos, melocotón y nectarina.

La producción del sector de frutas y hortalizas en España se extiende a una superficie de 1.815.446 hectáreas y agrupa a un número muy diverso de productos, que van desde la producción intensiva de hortícolas de invernadero hasta el secano extensivo de los frutos de cáscara.

Existen muy variadas y pujantes oportunidades de negocio y retos para el sector agroalimentario, como el desarrollo de productos y aplicaciones tecnológicas que garantizan la seguridad alimentaria y las propiedades nutricionales de los alimentos. De esta manera se puede hacer frente a la progresiva crisis alimentaria provocada por la guerra de Ucrania que sufren los países en vías de desarrollo.

«La industria agroalimentaria española debe tener un papel principal para lograr la recuperación económica»

Otras oportunidades de negocio están en la industria auxiliar de frutas y hortalizas, que desarrolla su actividad vinculada al envasado de los diferentes tipos de productos. El desarrollo de nuevos materiales y envases debe ser una prioridad para satisfacer a un consumidor cada vez más exigente, en continuo cambio y con más sensibilidad a la necesaria transición ecológica y lucha contra el cambio climático. Estas exigencias de calidad, los cambios en el estilo de vida y la globalización de mercados son factores muy a tener en cuenta a la hora de desarrollar las nuevas oportunidades de negocio.

Además, la perentoria necesidad de aplicar la biotecnología en la industria alimentaria amplía las oportunidades de negocio vinculadas a la producción, promoviendo la seguridad alimentaria y la calidad de los alimentos desde una perspectiva integral de la salud, que permite aprovechar las tendencias sociales más naturales y saludables. Otras oportunidades interesantes son aquellas actividades enfocadas a la identificación de microorganismos para combatir las plagas y enfermedades, y la elaboración de dietas específicas.

5 OPORTUNIDADES

1. Desarrollo de productos y aplicaciones tecnológicas que garanticen la seguridad alimentaria y propiedades nutricionales de los alimentos.
2. Industria auxiliar, con el desarrollo de nuevos materiales y envases en línea con las demandas del consumidor.
3. Promoción de la seguridad alimentaria y calidad de las frutas y hortalizas desde una perspectiva integral de salud.
4. Identificación de microorganismos para combatir plagas y enfermedades.
5. Elaboración de dietas específicas.

 

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