La fruta es un componente esencial de una dieta sana. Si se consume cada día una cantidad suficiente de fruta, se contribuye a prevenir diferentes enfermedades crónicas como las afecciones cardíacas, el cáncer, la diabetes y la obesidad, así como a prevenir y mitigar una serie de deficiencias en micronutrientes.
Con el objetivo de fomentar el consumo de fruta entre los ciudadanos de toda Europa y de reconocer el trabajo de los agricultores, el Parlamento Europeo acordó instaurar el 12 de julio como Día Europeo de la Fruta, una iniciativa que se celebra este año por vez primera y a la que se suma la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE). “En nuestro país, la celebración del I Día Europeo de la Fruta es una gran oportunidad para poner en valor el trabajo de todos los agentes de la cadena alimentaria y, en especial, de los productores, pues España es el primer exportador de frutas del mundo”, apunta Elena Sáenz, directora de ANOVE.
España, primer exportador mundial
De hecho, durante 2016 se exportaron 7,2 millones de toneladas de frutas, según los datos de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX). Las variedades frutales que más se exportaron desde España fueron, por este orden, las naranjas (1.556.400 TM), las mandarinas (1.464.079 TM) y las sandías (719.427 TM), seguidas de limones, melones, nectarinas, melocotones, fresas, caquis y uvas.
No obstante, también se exportaron otros cultivos frutales como manzanas, ciruelas, plátanos, peras, aguacates, albaricoques, pomelos, frambuesas, arándanos, mangos y guayabas, piñas, cerezas, kiwis, moras, higos y grosellas hasta sumar, en conjunto, más de 840 mil toneladas de fruta, lo que pone de manifiesto las fortalezas del sector español, que es mundialmente reconocido por la calidad y la diversidad de sus frutas.
Mejora vegetal para atender la alta demanda
Sin embargo, ante una población en constante crecimiento que en 2050 puede alcanzar los 9.000 millones de habitantes, y con mercados que demandan no solo más alimentos sino productos con mayor calidad y variedad, son necesarias nuevas variedades que mejoren los frutales, su resistencia, su tolerancia a enfermedades, la cantidad y calidad de sus frutos y su disponibilidad a lo largo de más tiempo. Para conseguir todo ello resulta clave la investigación genética y la mejora vegetal de las diferentes especies. Un buen ejemplo son los arándanos, que en los últimos cinco años han experimentado un incremento en la superficie de cultivo de más de un 150% debido a las mejoras genéticas introducidas para adaptarlos al clima del sur de España. Las principales empresas productoras se han emplazado concretamente en la provincia de Huelva donde han creado innovadores centros de investigación vegetal en los que se mejora la calidad, disponibilidad y transporte de frutos rojos incrementando así la aceptación y demanda entre los consumidores.
La mejora genética es también determinante para la fruticultura mediterránea, un área geográfica en la que la incidencia del calentamiento global es más acuciante llegando incluso a procesos de desertización.
“Se está investigando en nuevas variedades frutales adaptadas a las distintas temperaturas y desarrollando portainjertos adaptados a las diferentes zonas edafloclimáticas; igualmente se emplean ya nuevas tecnologías de cultivo para mecanizar las cosechas y poder ahorrar costes de producción y aumentar la rentabilidad de las explotaciones”, señala la directora general de ANOVE. Elena Sáenz añade que “si contamos con frutas más sabrosas, más resistentes y atractivas, con una vida más larga capaces de resistir más tiempo en la estantería del supermercado o en nuestro frigorífico es gracias a la investigación vegetal”.
Las frutas en la salud y en la gastronomía
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos ingieran 400 g de frutas y verduras todos los días, lo que equivale a cinco porciones. Las frutas son fuente de vitaminas –especialmente la vitamina C– y minerales, sobre todo potasio y ácido fólico. Por eso resultan especialmente necesarias para los niños y jóvenes. Proporcionan fibra dietética, que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable disminuyendo el riesgo de cáncer de intestino. Base fundamental de la dieta saludable, las frutas y verduras pueden reducir el riesgo de derrame cerebral, enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer. Los amantes de la cocina creativa no se limitan a servir la fruta como postre, sino que las introducen también en sopas, guisos, pastas y tartas. Todo un reto para sorprender y agradar a los comensales.
Sobre ANOVE
La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) es la asociación que agrupa a las compañías y centros públicos dedicados a la generación de valor añadido en el sector agroalimentario a través de la investigación, el desarrollo y la explotación de nuevas variedades vegetales. (www.anove.es)
Su misión es representar en España al sector de la obtención vegetal promoviendo la defensa de sus intereses y el conocimiento de su actividad, apoyando la innovación y el desarrollo de la agricultura. ANOVE trabaja por una agricultura innovadora, competitiva y sostenible, que valore y tenga pleno acceso a la mejora vegetal, contribuyendo con ello a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de la sociedad.
En la actualidad, ANOVE está conformada por 54 entidades, 3 de ellas centro públicos, y se estructura en cuatro áreas de actividad: cereales; hortícolas y ornamentales; frutales y berries; maíz, oleaginosas y cultivos industriales. De esta forma se permite la discusión de problemas específicos de cada tipo de cultivo y la definición de estrategias.
La investigación y el desarrollo de nuevas variedades vegetales es una actividad de enorme trascendencia para el desarrollo agrario y económico de la sociedad, base de la innovación tecnológica de la que depende toda la cadena alimentaria. En los últimos 50 años se ha producido un aumento medio del 30-60%, según las especies, en los rendimientos de las cosechas como consecuencia de la mejora genética realizada por los obtentores vegetales. En algunos casos como el tomate, ha llegado a ser del 1.000% debido a los híbridos de alto rendimiento.