El bitter pit es uno de los principales defectos que pueden aparecer en las manzanas durante el almacenamiento y comercialización y que hace que los frutos pierdan su valor comercial.
Fruto de las investigaciones del programa de Fruticultura del IRTA, junto con la Universidad de Lleida, se han desarrollado dos métodos sencillos e innovadores para evaluar el riesgo de aparición de los síntomas antes de que estos sean visibles en el árbol. Estos dos métodos han sido recientemente publicados en las prestigiosas revistas científicas Postharvest Biology and Technology y Scientia Horticulturae.
El “método pasivo”, el primero de los métodos publicados, se basa en provocar la aparición anticipada de los síntomas antes de que estos sean visibles en el árbol, pudiendo determinar el riesgo de aparición de síntomas entre 40 y 30 días antes de la cosecha. este método permitirá a las centrales clasificar las partidas de fruta en función del riesgo con el objetivo de aplicar el destino de conservación y/o comercialización más adecuado.
El segundo método, el análisis mineralógico en estadio temprano, publicado hoy en la revista Scientia Horticulturae, es un avance significativo en la anticipación de la predicción en comparación del método anterior y permite, en base a un análisis mineral sencillo, conocer tres meses antes de la recolección el riesgo en sufrir una alta incidencia de bitter pit. Esta anticipación del momento de la predicción supondrá un mayor tiempo de reacción para que los productores de fruta puedan tomar medidas correctoras – como optimizar las aportaciones de nutrientes – con el objetivo de reducir la afectación.
Estos dos métodos se han evaluado durante 2 años a través de pruebas piloto desarrolladas en 46 fincas comerciales. A partir de ahora se darán a conocer a todo el sector frutícola.
Se considera que, de media, esta problemática ocasiona en España pérdidas anuales por valor de 5 millones de euros, un coste que se puede incrementar considerablemente en años con alta incidencia en los que la afectación puede llegar al 30-40% en algunas partidas. Aunque ciertas actuaciones pueden reducir su incidencia, actualmente no existe ningún sistema de control totalmente efectivo, por lo que buena parte de los últimos trabajos de investigación referentes al bitter pit se han dirigido a predecir su afectación.
Los primeros síntomas del bitter pit se visualizan exteriormente, alrededor de la base del fruto, con pequeñas depresiones de un color verde intenso de 2 a 10 mm de diámetro. Bajo cada depresión se observa un tejido oscurecido, seco, esponjoso y de sabor amargo, que da nombre a la enfermedad. Su formación se inicia cuando el fruto está en el árbol y cualquier manejo de precosecha que influya en el balance nutricional puede afectar el nivel de incidencia. Los síntomas, aunque se pueden observar en el momento de la recolección, son más vistosos después de unos meses de almacenaje, en forma de manchas oscuras y que ocasiones grandes pérdidas tanto a productores como a distribuidores.