Yara ha hecho un llamamiento a la Unión Europea (UE) y a los gobiernos nacionales para que actúen de forma urgente y decisiva para garantizar que Europa reduzca, y no refuerce, su dependencia de Rusia en materia de alimentos y fertilizantes. Una industria europea de fertilizantes fuerte es crucial no sólo para garantizar la seguridad alimentaria en Europa y en el mundo, sino también para asegurar que Europa pueda seguir liderando la transición verde.
«Es imperativo que la guerra contra Ucrania no destruya el trabajo hacia un futuro sostenible y sin emisiones. Es impensable que alcancemos los objetivos climáticos sin una industria europea fuerte y verde. En lugar de debilitar la posición de la industria europea de fertilizantes, que es pionera en la descarbonización, necesitamos esfuerzos masivos y coordinados para alcanzar las emisiones cero, al tiempo que reducimos nuestra dependencia de Rusia», afirma Svein Tore Holsether, presidente y director general de Yara.
Los recortes de la producción en Europa reducen la disponibilidad mundial de fertilizantes y tienen consecuencias directas y negativas para el sistema alimentario mundial y la seguridad alimentaria global. El sector europeo de los fertilizantes es también crucial para un sistema alimentario sostenible y resiliente, tanto en Europa como en el resto del mundo. Los fertilizantes producidos en Europa tienen una huella de carbono que es sólo la mitad de la media mundial, también en comparación con los fertilizantes rusos.
Por lo tanto, Yara se une al Parlamento Europeo y a otros estamentos para pedir una estrategia común de la UE sobre fertilizantes. Se calcula que los nutrientes esenciales para las plantas que aportan los fertilizantes minerales producen el 50% de los alimentos que se cultivan hoy en día. Una estrategia para la industria europea de los fertilizantes es, por tanto, un paso crucial para asegurar la autonomía estratégica de Europa en materia de alimentación y agricultura. El paquete de soluciones de la UE para la industria europea de los fertilizantes debería incluir medidas para:
- Asegurar el acceso continuo al gas natural. El gas natural es clave para producir fertilizantes y también es crucial para reducir el impacto medioambiental de otros sectores. Por ejemplo, el AdBlue, que se fabrica esencialmente a partir de gas natural, es un líquido utilizado en los vehículos de combustión diésel imprescindible para reducir la emisión de gases nocivos a la atmósfera. Prácticamente todos los vehículos y maquinaria diésel modernos necesitan AdBlue para funcionar y alrededor del 95% del AdBlue que se consume en Europa se produce en Europa.
- Acelerar el uso de energías renovables. La transición hacia una producción de fertilizantes más sostenible y resiliente mediante el uso de energías renovables y recuperación de nutrientes requiere inversiones a gran escala. La innovación y el apoyo a la inversión deben destinarse al sector de los fertilizantes para cumplir los tres objetivos: acelerar la descarbonización, reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y reducir nuestra dependencia de Rusia.
- Reforzar la autonomía estratégica de Europa en materia de fertilizantes. Las autoridades europeas deberían dar prioridad al suministro de materias primas para la producción europea de fertilizantes, a fin de evitar nuevas dependencias, en lugar de reducir las barreras o las importaciones de fertilizantes procedentes de Rusia o de otros países. La Comisión también debería supervisar y controlar los volúmenes de productos fertilizantes que llegan a Europa desde Rusia y Bielorrusia, especialmente porque los fertilizantes rusos tienen aproximadamente el doble de emisiones de efecto invernadero que los fertilizantes producidos en Europa.
Yara espera contribuir al debate en el Parlamento Europeo y con los gobiernos nacionales sobre la estrategia de fertilizantes de la UE para garantizar la seguridad alimentaria en Europa.