Paco Borrás Escribá (Fuente:Food Retail)
Entre el lunes 28 y martes 29 del pasado mes de octubre, España y en particular Valencia han sufrido la peor inundación de los últimos años, con más victimas mortales que la famosa riada de 1957.
Pero cuando las imágenes son tan impactantes necesitamos alejarnos de las televisiones si queremos tener una visión de cierta serenidad sobre los efectos en las cosechas y por consiguiente en los suministros al mercado desde España.
El lunes sufrimos una gran tormenta de granizo que afectó a los invernaderos de El Ejido, epicentro de los invernaderos de Almería. Según lo publicado por las autoridades, la tormenta afectó a cerca de 4.000 hectáreas, el 10% del total de las hectáreas de Almería.
Hoy se valora en sólo 400 los invernaderos arrasados o que han sufrido daños directos sobre sus cosechas. Por lo tanto, aún perdiendo el total de la cosecha de estos invernaderos, estaríamos ante el 1% de la cosecha total de Almería si ya no tenemos más incidencias climatológicas relevantes a partir de este momento.
Como en Murcia, la lluvia ha sido más bien beneficiosa, por lo que podemos afirmar que las hortalizas que España suministra durante el invierno a toda Europa están garantizadas.
La dana en Valencia
El martes 29 fue un día terrible para los que estábamos cerca de los ríos y barrancos desbordados. En mayor o menor medida, todos tuvimos que sacar barro de casa.
La imagen que os presento lo muestra. En ella se indica la lluvia recogida durante el martes 29 de octubre en las 547 estaciones meteorológicas que recogieron ese día datos de lluvia.
La imagen refleja cómo este tipo de fenómenos meteorológicos, vinculados al otoño y directamente relacionados con la alta temperatura del Mediterráneo, afectan siempre a zonas muy limitadas. No es la primera vez que sucede. Se ha repetido con exactitud lo que pasó en octubre de 1957 en la cabecera del rio Turia, cuando inundó Valencia capital. También lo que sucedió en 1982 en la cabecera del río Júcar cuando se inundó toda su ribera.
En esta ocasión, las trombas de agua (que superaron en algunos observatorios los 600 litros en un día) se trasladaron a las cabeceras del río Magro y a la de los barrancos de Chiva y Torrente.
Daños en las cosechas
Los daños en agricultura han sido estudiados y se ha realizado una estimación que os describo a continuación.
De este modo se ha estimado una afección a las cosechas en un total de 25.131 hectáreas: unas 14.736 de las cuales corresponden a cítricos; 7.118, a frutales (principalmente caqui) y 3.277 a hortalizas, vivero y planta ornamental, tal y como se muestra en el cuadro anterior con detalle comarcal.
En las zonas afectadas no se perderá toda la cosecha, pero sí una parte importante: según distintas fuentes, las pérdidas se calculan entre los 200 y 400 millones de euros.
Los daños en las infraestructuras agrarias son más importantes y superarán los 500 millones de euros.
Además, las pérdidas de cosechas conllevarán una pérdida similar en salarios de recolección, confección y puesta en mercado de las frutas y hortalizas perdidas.
Cómo afectarán las pérdidas al mercado
La pérdida más relevante ha afectado, sin duda, a los caquis, dado que su producción se concentra en la Ribera del Xúquer. Buena parte de las 7.118 hectáreas de frutales del informe de la Generalitat son caquis.
Además, el fruto se encontraba ya en estado de madurez correcta y es más sensible que otros como los cítricos. Quedaban por recolectar cerca de 300.000 toneladas y se estima que se han perdido 200.000, por lo que queda una campaña de 100.000 toneladas que se irá desarrollando hasta Navidad a un ritmo menor del previsto.
En cítricos, las 14.736 hectáreas afectadas representan el 9% del total de las hectáreas de cítricos de la Comunidad Valenciana y cerca del 5% del total de las hectáreas de cítricos en España. A nivel global, es posible que los efectos beneficiosos de la lluvia en general mejoren la cosecha de las zonas no afectadas directamente por la dana.
Otra cuestión es que la gota fría ha afectado a la zona más importante en satsuma, que ya se encontraba en su punto de madurez y será la variedad más afectada. También se verán afectadas las clementinas precoces, arrufatinas y las ultimas oronules, así como algunas zonas donde las clemenules sufrirán los efectos del pixat a causa de los encharcamientos.
Los problemas logísticos del cruce de Valencia, que tiene cortada la autovía por donde circulaban todas las exportaciones de frutas y hortalizas que venían desde Andalucía, Murcia y sur de Valencia, se están resolviendo con un cierto retraso. De momento, los camiones sólo pueden cruzar Valencia entre las 7 de la tarde y las 7 de la mañana.
En conclusión, y después de la gran desgracia que supone haber perdido tantas vidas humanas, el conjunto del sector comercializador de frutas y hortalizas de España volverá a dar la talla y alimentará de cítricos, de caquis y de hortalizas a los consumidores europeos y españoles, resolviendo rápidamente los destrozos sufridos en infraestructuras y en almacenes.