El Gobierno de EEUU ha anunciado que el 18 de octubre empezará a imponer aranceles a la Unión Europea (UE), con mayor peso a cuatro países entre los que está España, tras el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ayer miércoles decidió a favor de Washington en una prolongada disputa comercial.
Entre los productos que afectan a nuestro país están: el aceite de oliva, el queso, las naranjas, las cerezas, los mejillones, el jamón o el vino. También se verán afectados los yogures, la mantequilla, las cerezas y los melocotones de la mayoría de los países de la UE. Aquí puede ver la lista completa.
En un esperado fallo, la OMC determinó que Washington puede imponer a la UE sanciones comerciales por valor de 7.500 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) anuales, pero la Oficina de Comercio Exterior explicó que, de momento, se impondrán aranceles del 10% a las aeronaves civiles grandes que el bloque comunitario vende a EEUU y del 25% a ciertos productos agrícolas.
Alarma en el sector en España
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha solicitado al Gobierno de Pedro Sánchez y a las autoridades de la Unión Europea la máxima colaboración para evitar la imposición de los aranceles. Tras el anuncio de los productos que podrían verse afectados, FIAB quiere «trasladar la preocupación que mantiene todo el sector ante estas medidas de la Administración estadounidense» y advierte «del efecto negativo que conllevaría este escenario para las exportaciones de alimentos y bebidas españoles».
«Esta política arancelaria, cuyo único objetivo es causar el mayor daño económico y político posible a Europa, encierra a la industria de alimentación y bebidas dentro de esta guerra comercial con la consecuente pérdida de competitividad para las empresas españolas frente a otros operadores internacionales y la repercusión negativa en el empleo nacional», señala Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
La Federación también advierte de las secuelas que la imposición de estos aranceles tendría no sólo sobre los sectores directamente afectados, sino también en un número importante de sectores relacionados como son el sector primario, la distribución, o el transporte y que, de forma conjunta y con la industria de alimentación y bebidas, representan una parte fundamental de la economía española.
Con 1.728 millones de euros exportados en 2018, actualmente Estados Unidos es el primer mercado de destino de las exportaciones de alimentos y bebidas después de la Unión Europea, «un mercado estratégico para la industria de alimentación y bebidas en su conjunto», señalan.
«Entre los productos que se verán afectados por los gravámenes figuran el queso fresco, las aceitunas, el aceite de oliva, productos del porcino o el vino, cuyas exportaciones al mercado estadounidense supone en su conjunto cerca de 1.000 millones de euros«, calculan.
FIAB considera Estados Unidos «como un área geográfica prioritaria para el sector debido al recorrido y al peso que representa este país para las ventas de alimentos y bebidas españoles».
El origen de la disputa
La disputa transatlántica en la OMC, que comenzó hace 15 años, podría provocar una guerra arancelaria entre la UE y EEUU, aunque la Casa Blanca ha dejado la puerta abierta a negociar y ha pedido al organismo comercial que fije una reunión el 14 de octubre para que formalmente autorice los gravámenes estadounidenses.
La OMC determinó que el constructor aeronáutico estadounidense Boeing perdió el equivalente a 7.500 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) en ventas potenciales debido a subsidios ilegales que Gobiernos de la UE dieron a su rival europeo Airbus, otro de los fabricantes de aviones más grande del mundo.
En ese contexto, Francia, Alemania, España y el Reino Unido ofrecieron a Airbus financiación a un tipo de interés más bajo que los del mercado, lo que permitió a la compañía desarrollar algunos de sus modelos más recientes y avanzados.
«Durante años, Europa ha dado subsidios masivos a Airbus que han dañado seriamente la industria aeroespacial de EEUU y a nuestros trabajadores», manifestó Lighthizer.
El presidente estadounidense, Donald Trump, consideraba ayer un «gran triunfo» el fallo de la OMC. Además, se atribuyó el mérito de esa victoria al asegurar que la OMC quería que el mandatario estuviera «feliz» porque sabe que no es favorable al libre comercio. Por su parte, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, consideró que cualquier medida de EE.UU. para imponer aranceles sería «miope y contraproducente».