En los últimos 20 años, numerosos productores y centrales hortofrutícolas han confiado en la tecnología de SmartFresh para ofrecer productos frescos a los consumidores de todo el mundo. De esta forma, han conseguido que las frutas y verduras tengan una mayor resistencia y sean más sostenibles para el productor, lo que se traduce en un mejor retorno de la inversión para todos los componentes de la cadena alimentaria.
El sistema SmartFresh pone el proceso de maduración “en pausa” para que el ablandamiento y la sobremaduración se produzcan mucho más lentamente, como parte de su ciclo normal de frescura.
SmartFresh pone el proceso de maduración ‘en pausa’ para que el ablandamiento y la sobremaduración se produzcan mucho más lentamente
Tecnología revolucionaria
El 1-metilciclopropeno (1-MCP), que está detrás de las soluciones SmartFresh, fue descubierto hace casi 30 años, en 1994, en la Universidad Estatal de Carolina del Norte por el bioquímico Edward Sisler y la hortícola Sylvia Blankenship.
Duncan Aust, director de Tecnología de AgroFresh, supervisa la investigación, el desarrollo, la normativa y la innovación externa. Aust explica por qué la tecnología 1-MCP original que revolucionó el sector de la manzana, ha tenido un impacto tan positivo, “SmartFresh nos permitió trabajar mano a mano con los productores y las centrales hortofrutícolas, comprendimos cuáles eran sus necesidades y retos”.
En definitiva, los beneficios de esta tecnología a lo largo de toda la cadena de suministro mundial han seguido creciendo desde el laboratorio de Sisler y Blankenship pasando por las soluciones innovadoras de Aust para resolver el problema mundial de la pérdida y el desperdicio de alimentos.