Semillas Fitó apuesta por la innovación con la ampliación de sus instalaciones de I+D en Cabrera de Mar (Barcelona). El centro cuenta ahora para el área de Biología Celular con tres nuevas cámaras climáticas para el crecimiento de plantas donantes, así como con una nueva cámara de germinación y aclimatación que suman en conjunto de 300 m2. Además, se han ampliado las instalaciones dedicadas a Fitopatología con un nuevo laboratorio de patología, que cuenta con cuatro nuevas cámaras climáticas para la realización de diversos bioensayos con patógenos vegetales que suman en conjunto unos 150 m2 adicionales a las instalaciones de las que ya se disponía en el centro de Cabrera de Mar.
Estos nuevos espacios se suman a las inversiones de más de un millón de euros que ha hecho la compañía en los últimos dos años en su principal centro de I+D para ampliar las instalaciones e incorporar la última tecnología en las áreas de Genómica, Biología Celular y Fitopatología.
Desarrollo de variedades más rápido, eficiente y sostenible
Esta inversión tecnológica permitirá desarrollar nuevas variedades de una forma más eficiente, permitiendo a Semillas Fitó ser más ágil ofreciendo soluciones a toda la cadena agroalimentaria, reduciendo hasta 4 años el tiempo de desarrollo de nuevas variedades comerciales.
El cultivo en las cámaras climáticas se realiza bajo un preciso control de las condiciones ambientales: temperatura, humedad, CO2, fotoperíodo, intensidad y composición espectral de la luz (suministradas por la última generación de luminarias de tipo LED), además de garantizar que las plantas estén libres de virus y patógenos debido al grado de confinamiento de las nuevas instalaciones. Todo ello permite que las plantas se desarrollen con la máxima eficiencia y que, por lo tanto, se incremente de forma muy significativa la capacidad de producción de plantas dobles haploide (DHs), mediante las cuales se pueden desarrollar los híbridos comerciales.
Un impulso para la investigación ante el virus del rugoso
En las nuevas instalaciones de Fitopatología, sus recién estrenadas cámaras están dotadas de sistemas de control de humedad con el fin de trabajar patógenos bacterianos problemáticos en los cultivos hortícolas dirigidos a mercados de clima subtropical- tropical.
Estas instalaciones han sido construidas con un alto nivel de bioseguridad para poder trabajar con cualquier tipo de patógeno vegetal en condiciones de total confinamiento. Estas características permitirán a la compañía ampliar su trabajo en el desarrollo de variedades resistentes al virus ToBRFV (Tomato Brown Rugose Virus).
Semillas Fitó lleva 7 años trabajando con campos de ensayo en Jordania, país en el que se detectó el virus por primera vez y en colaboración con la Jordan University. En los últimos años ha ampliado sus esfuerzos para la lucha contra el rugoso con ensayos en Sicilia, esta vez junto con la Universidad de Palermo.
El centro de I+D de Semillas Fitó en Cabrera de Mar se sitúa así en la vanguardia en innovación, con unas instalaciones punteras en biotecnología (Biología Celular, Fitopatología y Genómica). Un centro único también por la filosofía de trabajo en equipo entre todos los eslabones que conforman el desarrollo y la investigación de nuevas variedades. Actualmente Semillas Fitó invierte el 29% de su facturación en hortícolas a los programas de I+D que se desarrollan en los 9 centros de I+D que tiene la compañía para esta unidad de negocio. Una inversión que también se produce a nivel recursos humanos, ya que el 36% de la plantilla se dedica a la investigación.
Comprometidos con una alimentación más saludable y sostenible
Semillas Fitó lleva más de 140 años especializada en el desarrollo de variedades de siete especies de solanáceas y cucurbitáceas ofreciendo soluciones al sector, a la vez que trabaja para dar respuesta a retos globales, como la seguridad alimentaria (con variedades más productivas, más resistentes, etc.) o la reducción del desperdicio alimentario (variedades uniformes y con mayor poscosecha).