El “Preámbulo del Contrato de soluciones”, al que ha tenido acceso FEPEX, explica que los agricultores franceses tienen importantes dificultades “para cambiar las prácticas agrarias en materia de protección de cultivos sin que las alternativas a los productos fitosanitarios sean accesibles, económicamente viables y suficientemente eficaces”. “Las necesidades para el cambio de las prácticas de cultivo van más allá de una simple sustitución de un producto, sino que es necesario acompañar de forma operativa a los agricultores para buscar soluciones que respondan a los principios de la producción integrada de los cultivos, haciendo una reflexión estratégica sobre los sistemas de producción”.
El documento, de seis páginas, recoge que el Estado y las organizaciones firmantes se comprometen a los siguientes objetivos: responder a las demandas de los consumidores y de los ciudadanos en materia de alimentación sana, segura y sostenible; preservar la capacidad productiva de la agricultura de Francia y su posicionamiento en los mercados, desde los circuitos cortos hasta la exportación; promover una agricultura resiliente y competitiva, y por último, limitar las distorsiones de la competencia que perjudican a la producción francesa.
El Preámbulo del Contrato, incluye compromisos tanto del sector como del Estado en cinco ámbitos: en materia de elaboración de políticas públicas, en materia de identificación y anticipación de las alternativas a los productos fitofarmaceúticos; en materia de acompañamiento a los agricultores en la reducción de la utilización de los productos fitofarmaceúticos; en materia de comunicación hacia el gran público y en materia de gobernanza.
Dentro de los compromisos del Estado en materia de acompañamiento a los agricultores en la reducción de le la utilización de productos fitofarmaceúticos, se especifica que el Estado se compromete a “movilizar los presupuestos disponibles para acompañar a los agricultores en la transición agro-ecológica y especialmente en poner en marcha soluciones concretas, acordadas con los sectores” y cita tres posibles fuentes de financiación ya vigentes en Francia: el Plan de competitividad y de adaptación a las explotaciones agrícolas (PCAE), el plan Ecophyto y las medidas agroambientales y climáticas (MAEC).
El documento ha sido promovido por la FNSEA y participan 42 organizaciones de sectores como el trigo, la cebada, el maíz, la colza, remolacha, patata y frutas y hortalizas, así como empresas de semillas, fabricantes de equipos agrícolas, industria agroalimentaria y fabricantes de productos fitosanitarios, constituyendo un Comité de Pilotaje.
Ha sido rubricado por el ministro de Agricultura, el presidente del “Comité de Pilotaje del Contrato de Soluciones” en el que están representadas todas las organizaciones, y el presidente-director general del Instituto Nacional de la Investigación Agronómica de Francia (INRA). La firma ha tenido lugar el lunes en el marco del Salón Internacional de la Agricultura, que se está celebrando desde el 23 de febrero y hasta el próximo 3 de marzo, en Paris, salón al que han asistido no sólo el ministro de Agricultura, sino también el Primer Ministro, Édourad Philippe, y el jefe de la República Francesa, Emmanuel Macron, poniendo en evidencia el fuerte respaldo institucional y gubernamental al sector agrario francés.