El grupo de pymes Saint-Charles Export continúa su labor promocionando la exportación de sus empresas asociadas y, como cada año, se han organizado visitas de compradores destinadas a sus empresas afiliadas. De este modo, se celebraron dos recepciones en el mes de noviembre.
La primera delegación constaba de tres compradores polacos y un importador noruego, que hasta la fecha se habían estado abasteciendo principalmente de Holanda. Con dos representantes de la gran distribución y un importador de peso, que sirven tanto a la industria (alimentos de 4.a gama, zumos, etc.) como al comercio al por menor, la delegación polaca ya trabajaba con Saint-Charles International sin conocer, no obstante, completamente la oferta de Perpiñán.
El segundo grupo estaba formado por una compradora de la distribución líder eslovena, que tiene igualmente tiendas en Bosnia y Eslovaquia, una compradora de un grupo checo que comercializa principalmente con marcas de la distribución checa, eslovaca y serbia, así como un importador polaco, también productor en su país. Dos suecos formaron igualmente parte de esta delegación. Si el primero no compraba todavía en Francia y buscaba nuevos proveedores, el segundo, posicionado en Estocolmo, ya trabajaba con empresas de la plataforma y ahora quería encontrar productos tipo “premium”.
Algunos de ellos ya conocían Perpiñán gracias al Medfel, el salón de frutas y verduras de Francia, que tendrá lugar del 24 al 26 de abril de 2018 en el Parque de Exposiciones. El objetivo de estos compradores era bien claro: descubrir productos regionales comercializados por los productores y las cooperativas del departamento, así como la gran variedad de frutas, verduras y cítricos propuesta por las empresas de Saint-Charles International a través de los distintos orígenes trabajados por la plataforma.
También pudo encontrarse en este programa una empresa de productos orgánicos, que sin duda despertó el interés de los escandinavos y polacos. Este mercado, todavía limitado en estos destinos, crece con regularidad en toda Europa.
Business is business: cinco reuniones por la mañana y lo mismo por la tarde. ¡El programa estaba cargado! Las visitas a almacenes y estaciones de envasado se sucedieron durante estos pocos días, con incursiones también en invernaderos de lechugas, así como en Port-Vendres donde se presentó la actividad del cultivo de frutas en el puerto de mercancías. El segundo grupo pudo incluso ver en el muelle el buque que sirvió por primera vez de enlace entre Tánger y Port-Vendres.
El programa finalizó en la Provenza con un especialista de la manzana, acreditada Pink Lady, y un miembro marsellés de Saint-Charles, especializado en los orígenes corsos y tunecinos.
Había todo lo necesario para satisfacer a compradores motivados que, a pesar de sus deseos precisos antes de llegar a Saint-Charles International, otros productos que no formaban parte de su selección inicial atrajeron su atención. Y así es cómo crece el comercio…