Rijk Zwaan trabaja para reducir la huella hídrica de las brásicas
Este es uno de los pilares de sus nuevos desarrollos, que también persigue aumentar los rendimientos por metro cuadrado y mejorar las resistencias a enfermedades.
Comparte
‘La ecuación sostenible’
Los períodos de sequía acompañados de altas temperaturas serán cada vez más comunes, de ahí que, en Rijk Zwaan, pongan el foco en la optimización del uso del agua de riego en sus nuevos desarrollos de brásicas. “Reducir la huella hídrica, adaptando o creando nuevas variedades con un menor consumo de agua es, además, una forma de hacer las producciones más sostenibles”, explica José Antonio Hernández, especialista de cultivo de brásicas, quien añade dos factores más a su ‘ecuación sostenible’: la mejora de los rendimientos por metro cuadrado y la introducción de resistencias a enfermedades.
Producir 12 meses
Pero si importante es la huella hídrica, no lo es menos la de carbono. En este sentido, en Rijk Zwaan abogan por lograr variedades que permitan la producción nacional todo el ciclo, incluidos los meses de verano, evitando así la importación. Para ello, “el reto no es acortar ciclos, sino desarrollar materiales con tolerancia al calor”, afirma Hernández e insiste: “El calentamiento global es una realidad, luego debemos adaptar nuestras variedades”. En su caso, cuentan ya con un nuevo brócoli adaptado a las condiciones de cultivo en verano: 25-BR8143 RZ.
Línea de investigación
Rijk Zwaan dirige su innovación en brásicas en dos direcciones: una mayor sostenibilidad del cultivo, reduciendo incluso el desperdicio con variedades de más rendimiento comercial; y, en segundo lugar, la búsqueda de nuevos colores. “La innovación en colores puede traducirse en un mayor consumo, siempre y cuando no suponga un encarecimiento excesivo del producto”, concluye Hernández.
25-BR8143 RZ
• Forma, color y postcosecha que invitan a un mayor consumo.
• Soluciona los problemas de pérdida de rendimiento de otras variedades con altas temperaturas.