Reino Unido quiere impedir un «divorcio» sin acuerdo con la UE
La 'premier' afronta nuevos desafíos con una serie de enmiendas planteadas por diputados para cambiar el proceso del Brexit, impedir un divorcio sin acuerdo o retrasar la fecha de salida.
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La ‘premier’ Theresa May afronta nuevos desafíos con una serie de enmiendas planteadas por diputados británicos para cambiar el proceso del Brexit. Entre las siete enmiendas presentadas hasta la fecha, que se votarán el próximo 29 de enero, se incluyen planes para impedir un divorcio sin acuerdo o para retrasar la fecha de salida de la Unión Europea.
May presentó este lunes su Plan B del Brexit insistiendo en renegociar con Bruselas el «backstop» irlandés, el punto más polémico del acuerdo del Brexit que Westminster rechazó la semana pasada, la salvaguarda para evitar una frontera física en Irlanda. La respuesta de la Comisión Europea ha sido rotunda: el nuevo plan no aporta novedades y Reino Unido debe «clarificar sus intenciones lo antes posible», en palabras del portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas. «No tenemos nada nuevo que decir desde Bruselas porque no hay nada nuevo desde Londres», añadió.
En este contexto, políticos de todos los partidos británicos han empezado a moverse para alterar el curso del Brexit. La enmienda oficial del Partido Laborista insta al Gobierno a garantizar el tiempo necesario para debatir y votar todas las opciones que impidan que el Reino Unido salga de la UE sin acuerdo. Entre estas opciones se incluye asegurar una unión aduanera permanente con la UE y vínculos más estrechos con el mercado único respaldados por obligaciones compartidas. Como segunda opción, la oposición laborista propone «legislar para convocar una consulta popular sobre un acuerdo o proposición apoyada por la mayoría de la Cámara de los Comunes».
Es la primera vez que el liderazgo laborista pone sobre la mesa la posibilidad de convocar un segundo referéndum, aunque la dirección del partido sigue muy dividida respecto a una nueva consulta.
La enmienda que más expectación despierta es la presentada por Cooper, que cuenta con el respaldo de varios partidos y de exministros ‘tories’
Otra enmienda multipartita, promovida por el laborista Hilary Benn, propone realizar votos indicativos sobre varias opciones para romper el actual «impasse» en el caótico proceso del Brexit, entre las que se incluyen el acuerdo consensuado por May y los Veintisiete, la renegociación del pacto; salir de la UE sin acuerdo o celebrar un segundo referéndum.
No obstante, la enmienda que más expectación ha despertado es la presentada por la laborista Yvette Cooper, que cuenta con el respaldo de varios partidos y de exministros ‘tories’ como Nick Boles o Nicky Morgan. Trata de impulsa un proyecto de ley que garantizaría al Parlamento poder votar para evitar un Brexit sin pacto, mediante la extensión del Artículo 50 del Tratado de Lisboa (relativo a la salida del bloque de un Estado miembro), si para el 26 de febrero May no ha logrado que se ratifique un acuerdo.
Por si fuera poco, varios ministros de su gabinete están dispuestos a dimitir si la primera ministra insiste en no descartar un Brexit duro el próximo 29 de marzo, día en que se materializará la salida del Reino Unido del club comunitario, según la prensa británica. La ministra de Trabajo, Amber Rudd, contraria a una ruptura sin acuerdo, exige libertad de voto. Mientras, ‘The Daily Telegraph’ publicó este martes que el Partido Conservador está en alerta ante la posibilidad de elecciones anticipadas. Otra señal de que la situación es explosiva.
«El ‘backstop’ no es negociable»
Los mensajes contra los planes de May se suceden a ambos lados del Canal. Mientras el jefe antiterrorista de la policía británica advirtió ayer que un Brexit duro «sería muy malo en términos de seguridad», el jefe del grupo de seguimiento del Brexit en el Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt, afirmó ayer que el ‘backstop’ para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda «no es negociable» para la UE. «Hay límites en lo que podemos aceptar. Para nosotros, la salvaguardia para Irlanda no es negociable. No hay renegociación posible del acuerdo de retirada», dijo Verhofstadt ante los eurodiputados de la comisión de Asuntos Constitucionales del PE.
En realidad, es el mensaje que lleva escuchando Londres desde que May decidió retrasar la votación del acuerdo en diciembre para evitar una derrota que, finalmente, ha sido histórica.
Verhofstadt apuntó que durante las próximas semanas su grupo seguirá monitorizando todos los progresos en el proceso de ratificación, en el que además de los movimientos del Gobierno conservador ahora vigilarán las enmiendas planteadas por los diputados para que la Cámara de los Comunes «retome el control de todo el proceso».
Fuente: El Confidencial