«Queremos cambiar la forma de comer cebolla»
El éxito de la empresa Jumosol no se puede entender si no es de la mano del marketing que llevan a cabo. Su CEO Daniel Molina ha conseguido que su cebolla dulce sea conocida en toda España y fuera de nuestras fronteras, a través de acciones promocionales y redes sociales.
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La semana pasada, el CEO de Jumosol, Daniel Molina, participó en el webinar “Marketing de Guerrilla en el sector Agroalimentario” organizado por Aragón Alimentos. Jumosol distribuye cebolla durante todo el año, gracias en parte, a la gran labor y esfuerzo que dedican al desarrollo de la marca, la comunicación, la promoción y el marketing.
En el evento digital, Molina recordó cómo en 2003 decidieron recorrer el mundo en busca de variedades de cebolla que se adecuarán a las características de la DOP Cebollas Fuentes de Ebro, la única denominación de origen de cebolla de España de la que ellos forman parte. “Nuestras cebollas son tiernas, crujientes, digestivas y no pican” explicaba Molina, “resultado del triángulo virtuoso de nuestra zona geográfica: microclima, suelo con sedimentos de alabastro y agua de riego”.
Cebolla suave durante todo el año
Su filosofía y la de la empresa siempre ha estado muy ligada al desarrollo de una imagen de marca, a conseguir objetivos a nivel nacional y seguir superándose. Por ello decidieron acabar con la barrera de los 4 meses de producción natural que tenía su cebolla y encontraron zonas y producto en Latinoamérica con el que cubrir el consumo del año entero, “sin descuidar las características que hacen única a nuestra cebolla”, tal y como comenta el CEO de Jumosol.
“Hemos cambiado la forma de comer cebolla en España”
Hace dos años junto con otros agricultores crearon la marca ‘Cebolla Sweet Onion’, a través de la cual comercializan de forma global sus productos durante todo el año. Se siente satisfecho con los resultados y afirma que “han cambiado la forma de comer cebolla en España y el objetivo ahora, es cambiarla también en el mundo”.
¿Cómo se ha cosechado el éxito de este cambio comercial y su expansión a nivel mundial? Mucho tiene que ver el marketing y la promoción realizada por el equipo de Molina. “Soy un apasionado del branding y le dedicamos tiempo y esfuerzo” explica. “Creo que es fundamental a la hora de comunicar ser transparente, honesto, noble y contar las cosas como son”, comenta y añade, “hay que disfrutar haciéndolo y vivir tu producto con pasión”.
Solo hace falta echar un vistazo en redes sociales para comprobar que esta forma de trabajar es cierta y que, tanto Daniel como el equipo que dirige, han llevado a cabo proyectos de promoción de todo tipo: colaboraciones con chefs de reconocido prestigio como Ferrán Adriá o Martín Berasategui, apariciones en programas de televisión de máxima audiencia como ‘Un país para comérselo’, el late night de Andreu Buenafuente e incluso con acciones dedicadas al público más milenial como su “colaboración” con el programa radiofónico dirigido por David Broncano, ‘La vida moderna’, con la que consiguió una gran visibilidad también en su canal de Twitter.
Molina ha entendido la importancia del marketing y la repercusión que tiene en su negocio y aunque reconoce que “estas prácticas de marketing tienen un coste de tiempo y dinero” afirma que la rentabilidad es alta y ayuda a generar no solo “muy buen rollo” sino una “comunidad fiel en redes”. Algo que posteriormente repercute en el aumento de la demanda de sus productos.
Como novedades, están comercializando bolsas de cebolla cortada y tarrinas de cebolla caramelizada, tal y como explicó él mismo en su participación en el webinar. La empresa factura más 9.500.000 millones de euros al año, es una compañía de origen familiar y en ella trabajan tres hermanos y 76 empleados.